Al fondo, Joe Biden habla enfático ante los micrófonos del pódium con el emblema de La Casa Blanca, mientras el mundo lo observa a través de sus aparatos televisivos. Más atrás, banderas de barras y estrellas y el escudo nacional de los Estados Unidos de América, penden de mástiles de oropel. Enfrente está un guanajuatense, nacido en un céntrico barrio en la capital, llevando esas imágenes a la CBS News y de ahí a que millones de personas puedan recibir la información.
Por insólito que parezca, tenemos un paisano en el mismo exclusivo espacio donde se codean los más importantes medios de comunicación de los Estados Unidos y de agencias internacionales, en el pool de la presidencia de los Estados Unidos.
Víctor M. Ulloa Ramírez, nativo del barrio de Tepetapa; es un claro ejemplo de que la mezcla de audacia, miedo, talento, suerte… , y perseverancia, funcionan. Además él le añadió: aventura, patas de perro, ilusión y mucho trabajo.
En recompensa ha visto desfilar a 6 presidentes en The White House, desde George Bush (padre), Bill Clinton, George Bush (hijo) Barak Obama, Donald Trump y actualmente Joe Biden. Además, los ha acompañado a sus giras por todo el mundo a bordo del avión presidencial Air Force One, entre otros transportes aéreos, en los que ha viajado para reportear las actividades presidenciales.
Actualmente Víctor trabaja como Camarógrafo con CBS News, oficina de Washington, DC, aunque también ha trabajado para Telemundo y Univisión cubriendo la misma fuente, durante los últimos 30 años.
Más que un Camaraman, se trata de un profesional hibrido, que se ha especializado en el video periodismo, es decir, la tarea de un reportero que hace hablar las imágenes, o como muchos de los colegas corresponsales de las grandes cadenas televisivas (Televisa, TV Azteca, MVS, Imagen, etc.) en Guanajuato, que ahora son multitask, o hacen tareas múltiples.
Un ejemplo sería el día que la casa Blanca fue tomada por fanáticos de Donald Trump, las perturbadoras imágenes nos trajeron la contundencia de los hechos, algo que hubiera sido muy difícil de narrar en voz en cuello; mientras se oían los gritos durante la violenta irrupción a la emblemática sede del que alardea, ser el país más poderoso sobre la tierra, visto a través de una simple mirada, pero no a través de una lente experta.
Aunque Ulloa generalmente acompaña a los reporteros de la corporación y está detrás de la cámara, ahí también corre adrenalina y podría decirse que sin sus imágenes, una buena nota se quedaría sin impacto.
Además Víctor siempre se ha caracterizado como un profesional generoso y modesto, que puede orientar o sugerir si le preguntan, pero que se mantendrá respetuoso y alerta, para aportar lo que le corresponde en caso contrario.
Este profesional de la lente tenía 15 años cuando se salió de la Preparatoria Oficial de Guanajuato, para interpretar a un tlachiquero en la obra la Cantata a Hidalgo, de la tercera edición del Festival Internacional Cervantino, en la Alhóndiga de Granaditas, con la que exentaría una materia.
Pasó esa, pero fue reprobado en el resto de asignaturas académicas, por lo que al momento de descubrirlo, en medio de la confusión, decidió huir de Guanajuato, por el temor del regaño familiar y de la chancla de su mamá.
Se fue con otros amigos. Luego a los tres días le avisó a su familia de su paradero, vía telegrama.
No era mal estudiante, al contrario, fue un alumno destacado en la primaria, la secundaria y los semestres que cursó de la preparatoria, pero después del jaleo académico en el que se metió, todo se fue al caño. Habría que comenzar de nuevo.
Su azaroso periplo empezó en la Ciudad de México, luego en Mazatlán, Sinaloa, ( ahí conocieron una familia de Arizona); se fueron a La Paz Baja California, “ahí íbamos a gestionar un permiso de estudiantes para Phoenix; tomamos el Ferri y ahí nos robaron el dinero que llevábamos”, cuenta.
En La Paz, pudieron ubicar a un grupo de maestras que había estado hacía unos días en Guanajuato en su graduación, “me acordaba del domicilio y les fuimos a tocar la puerta para que nos ayudarán”, recuerda Víctor.
La verdad es que nunca consiguieron llegar a Phoenix, por que regresaron al último amigo con el que viajaba, y ya en Tijuana, Víctor recurrió a su tío Alfonso Valdivia, quien era el conductor del Canal 12 en la XEWT-TV (filial de televisa), donde comenzó de nueva cuenta– su carrera.
“Dos años, de los 16 a los 18 años, aprendiendo de manera autodidacta; mi tío me compró una Minolta SR201 para tomar transparencias, aprendí a rebelarlas. Cuando cumplí 18 me contrataron como Editor Fílmico”, recuerda.
Pasó al área de noticias, cortando los Telex, mejor conocidos como los cables de las agencias informativas internacionales, que eran unas tiras interminables de papel con 3 copias, de agencias como Reuters, UPI, Notimex, Xinhua, etecétera, con las últimas noticias del mundo; había que recibirlas, cortarlas, separarlas por temas y prepararlas para los espacios informativos.
Así empezó todo.
A la distancia Víctor, está orgulloso de que un chavo como él haya alcanzado sus sueños, a pesar de que no retomó la prepa, está convencido que la experiencia que logró en todos estos años, no se la habría dado una maestría o doctorado. Siempre hay que estar en el momento preciso, un minuto antes y un minuto después.
En la azotea del restaurante El Truco 7, donde se realiza la entrevista suena un repique de campañas en la Basílica Colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato, mientras el maestro hace una recomendación solicitada ex profeso, para aquellos espíritus aventureros que aún cursan el nivel preparatoria y todavía no definen que hacer con su vida.
“Nunca pierdas la esperanza; la vida te puede poner muchos obstáculos y uno tiene que seguir adelante; tiene que haber mucha responsabilidad, si te gusta algo como la fotografía, filmar, actuar, periodismo, medicina o lo que sea; debes echarle todas las ganas. Siempre hay forma de abrir las puertas cerradas”
“Si la gente te dice que no puedes, siempre podrás demostrar que están equivocados; nunca rendirse, porque los sueños se alcanzan con audacia, miedo, talento, suerte, pero sobre todo con perseverancia”, concluye.
