He tenido la suerte de promover grupos que ahora están consolidados
Pues no es que estén debajo de las piedras, pero la verdad es que hay mucho talento oculto en los municipios de Guanajuato, lo mismo te puedes encontrar a una cantante que alcanza los niveles vocales de Janis Joplin que un grupo en Comonfort, que está tocando música indi, cantada en inglés y con seguidores en Australia.
Hay músicos de todos los géneros y estilos, desde los roqueros metaleros, pasando por salseros, baladistas, cantantes de pop, soneros, en municipios que ni te imaginas, afirma José Luis Jiménez González (CDMX, 1965), quien además de cinéfilo acérrimo, ha resultado ser un estuche de curiosidades.
Sorprende lo que sabe de música, de intérpretes y de grupos locales que están empujando; que están a la búsqueda del éxito o del disfrute de obsequiar un buen concierto para cultivar el ocio personal.
Se puede decir que literalmente le entregó su vida al Cine Club de la Universidad de Guanajuato, hasta que se jubiló y comenzó a hacer otra de las cosas que le han demandado mucho sus amigos: la representación de los músicos, desde individuales hasta las grandes orquestas, que siempre tienen algo que ofrecerle al mundo.
José Luis Jiménez nació en la ciudad de México y vivía en Tlatelolco donde se crio los primeros 22 años de vida y luego se trasladó a Guanajuato, a donde llegó entre 1987/1988, después del terrible terremoto que azotó la ciudad dejando una estela de dolor y muerte.
“Fue un parteaguas en mi vida, porque me tocó vivir en carne propia el temblor. La mayoría de mis amigos de infancia con los que crecí y jugué vivían en el edificio de enfrente, el Nuevo León, el que desgraciadamente colapsó. El impacto fue brutal”.
Todos saben que si hay una pasión fuerte y declarada en José Luis es el cine. Y sí, el efecto de presenciar en toda su fuerza destructiva el terremoto que costó miles de vidas en el ex Distrito Federal, dejó un efecto postraumático, que con el tiempo se ha logrado superar.
“Durante algún tiempo no podía ver películas de terror o cine de sangre, simplemente no podía. Me costó un poco salir de ello”, confiesa.
Sin embargo, le anticipo que en esta entrevista no vamos a hablar de cine, sino de esa otra pasión que le mueve el mundo. La música.
“Esto comenzó en los últimos 10 años que estuve en la Universidad de Guanajuato, me invitaron a ser parte del proyecto. El doctor Javier Corona Fernández, como director de la División de Ciencias Sociales y Humanidades y después como rector de Campus, me llamó y tuve la fortuna de establecer algunos proyectos culturales para complementar los estudios y formación de los estudiantes y ahí fue cuando me pude conectar más con asociaciones culturales, con grupos artísticos”.
“Ya lo hacía como cuando programaba cine, pero no me daba tiempo para dedicarle lo necesario a estas tareas”.
“A partir de ahí pudimos hacer algunas presentaciones editoriales; las muestras de cine, pero también presentaciones musicales y después ya cuando me retiré de la Universidad a los 30 años de haber trabajado con ellos, me dedico de tiempo completo a la gestión cultural y a la promoción de grupos artísticos”.
“Ya me había dado cuenta, ya sabía —porque convives con mucha gente en esta ciudad y en el estado y en la ciudad de México— que había grupos que no eran tan reconocidos, pero que sí eran muy talentosos”.
“He tenido la suerte de promover grupos que hace 10 años iban empezando y ahora están consolidados; hay un grupo que se llama las Luz y Fuerza, cuya cantante es Laura de Ita, actriz de cine en su faceta de cantante, apenas empezaba, promoví que se presentaran en el festival en Lerdo, Durango, que en ese tiempo era el Festival de Artes de Lerdo y también llevaba grupos de la Ciudad de México y combinaba con grupos de Guanajuato, por eso el mote que le dieron después a ese festival de Lerdantino”.
José Luis comenta que como promotor antes de la pandemia llegó a tener las carpetas de 50 grupos aproximadamente, lo cierto es que no todos se podían colocar, pero sí recomendar y con el tiempo se fueron afianzando sus temas, en festivales o en algunas actividades culturales que organizaban en la Universidad de Guanajuato y en otras instituciones.
“Lo que he descubierto con esto, es que a pesar de que yo era de las personas que se jactaba que le gustaba el rock y además el rock pesado y el de los 60, 70 etc., y me casé durante mucho tiempo con esa música, de repente comencé a descubrir grupos y ritmos diferentes, como el son cubano, el jarocho… la cumbia”.
“Aquí en Guanajuato hay varios grupos que tienen esas influencias, esos tintes y son muy buenos. A Los Arribeños de Primo Lara y Primo Lara Stephens, los llevé a festivales en el norte , porque los veía aquí, pero les dije que habría que dar más pasos y ahora el grupo se va de gira a los Estados Unidos”.
Otros los he descubierto en la calle, como el grupo RevoluSon, que no se si siga existiendo o mantenga la misma alineación, tocaba en la calle del Campanero y tocaban Son cubano. Después comenzaron a tocar en fiestas y también me los llevé a tocar en festivales; otro se llama Lirio Azul, que es son jarocho, que después se fusionaron con sones cubanos que también sonaban muy bien.
La pandemia vino a dar al traste con varias alineaciones de los grupos musicales porque tuvieron de pronto que dedicarse a otra cosa para sobrevivir, es muy difícil para los integrantes poderse dedicar de lleno a la música.
¿En qué municipios hay más agrupaciones o con cuáles trabajas más?
Hay muchos grupos en León, pero me he llevado sorpresas muy agradables como un grupo de Comonfort, por ejemplo, es un dueto de los hermanos Olalde que se llama Índigo Carmín, que hace sus propios temas, cantan en inglés y tienen una fuerte influencia musical de los años 80, del rock progresivo, pero con la frescura de los grupos de ahora y hacen una mezcla muy interesante.
Los he estado promoviendo para que los conozcan en otros lugares, pero ya se oyen en Spotify, aunque hay que dar el siguiente paso de darse a conocer ante las grandes masas.
Hay otros grupos como Wicca Rock, que se le puede ver en su página de Facebook, con una cantante de una potente voz; está la orquesta Imperial de los hermanos Reynoso, que son muy buenos también, tocan en Copa Rumba en León, y no le piden nada a ninguna sonora, por ejemplo.
¿Y cómo le hacemos para ver esos grupos que promueves y escucharlos?
Tengo una página de Facebook, que se llama Cultura Activa Bajío, en donde también subo algunos videos, aunque ellos también se promocionan en sus páginas y apenas lo estamos retomando acá, porque la pandemia no nos ha dejado del todo.
¿Podría decirse que Guanajuato es un semillero importante de creadores?
Es una imagen que se tenía hacia afuera, dicho sea con todo respeto, porque hay esfuerzos muy loables, pero todo se fortaleció y profesionalizó con el Festival Internacional Cervantino, porque por ejemplo, muchos de los integrantes de los grupos artísticos son estudiantes y cuando acababan la carrera se iban, pero ahora hay muy buenas compañías de danza o teatro, donde ya se les da una formación desde una edad temprana.
Por ejemplo, en la compañía de danza de la maestra Martha Azuela, Danzarium, quien también es fundadora del grupo Génesis, donde pasó Iazua Larios, que es una actriz mexicana, criada aquí en Guanajuato, que es más reconocida en Europa que en su tierra. De hecho en estos días está uno de los filmes donde aparece en el festival Berlinale, en Alemania.
Hay muchos que se han formado aquí, pero que después se han ido a otros países. Ahí está Fernando Corona, o Amat Escalante, que aunque no se les ve mucho, viven aquí en Guanajuato.
Hay mucho talento, pero como aquí no hay todas las herramientas para seguirse desarrollando acaban yéndose a otros lugares.