En 1987 no existían las secciones culturales en los periódicos de la entidad. La cobertura sobre el arte y la cultura consistía, en su mayor parte, en tomar fotos posadas de artistas y personas que acudían a verles. Copa en mano, maquillaje y buen vestir, con rostro sonriente y el mejor ángulo para la cámara. El relato periodístico estaba plagado de clichés: “maravillosa obra”, “gran exposición” o “extraordinario músico”, pintor, escritor o lo que fuera.
El Nacional de Guanajuato, diario fundado en 1987 —que luego se convertiría en el Correo— por enviados de la ciudad de México, habría de cambiar lo anterior para contar con reseñistas de cultura y establecer una sección formal de cultura. Entre ellos estuvo Leopoldo Navarro, a quien los organizadores de la edición 34 de la Feria Nacional del Libro de León (FENAL), le otorgaron el Reconocimiento Compromiso con las Letras.
Periodista, escritor y editor leonés, nacido en 1953 e impulsor de Fenal en sus inicios, dice el mensaje institucional. Sin embargo, no apunta otros sustanciosos elementos:
Leopoldo Navarro fue un reportero que se resistió a la cuota de notas, a redactar la nota previa y meramente consignativa. Optaba por la reseña y cumplía con su labor con la relatoría más allá de la simple descripción o la declaración chabacana. Bien como reportero de cultura, pero lo suyo era el impulso a las letras y la cultura. Había antecedentes que lo respaldaban.
Sin título académico, forjado en la pasión por la lectura y la escritura, en 1979 obtuvo el Premio Nacional de Poesía Joven, otorgado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en Lagos de Moreno.
En 1980 se inició en las lides periodísticas y se desempeñó como reportero, corrector de estilo, jefe de información y editor en empresas editoriales y medios de comunicación de la ciudad de México, estado de México y Guanajuato.
En 1987 se integró a la sección cultural de El Nacional de Guanajuato, que la cerró a finales de 1989. En ese lapso aprovechó los lazos con la entonces Secretaría de Educación, Cultura y Recreación (Secyr), José Trueba, Carlos Labarthe y Alfonso Chico Herrera como principales protagonistas, para impulsar el certamen estatal “Una tradición de mi pueblo”. Leyendas, relatos e historias eran enviados a las oficinas de El Nacional de Guanajuato y culminaron con la publicación de varias compilaciones de trabajos premiados. Años después el concurso terminó y luego se reabrió como Memorias de los Caminos de Guanajuato.
Leopoldo ingresó en 1990 al a.m. de León, que sí mantuvo la suya. También inició su proyecto de editor con el sello Tlacuilo Ediciones. Uno de sus primeros proyectos editoriales fue la revista Tiempos, fundada para el Archivo Histórico Municipal, junto a Carlos Navarro Valtierra, el entonces cronista de la ciudad y director del organismo.
En su quehacer de vínculos con personajes de la vida pública, Leopoldo Navarro convenció a amigos que gustaban de la cultura y que tenían cargos de gobierno, para iniciar una Feria que impulsara el gusto por la lectura. La primera edición de la Feria se realizó del 25 de mayo al 3 de junio de 1990, bajo el nombre de Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil. Años más tarde habría de incursionar en la modernidad digital y crear eslocotidiano.com.
La Feria tomó su propio camino: en 1995 cambió su denominación a Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil y Expo Libro Universitario; en 1999 acortó su nombre a Feria Nacional del Libro Infantil, Juvenil y Universitario; en 2003 se convirtió en Feria Nacional del Libro en León; en 2007 se identificó como FeNal; en 2016 lanza su primera app; en 2019 se rediseña su imagen con la creación de un nuevo logotipo; en 2020 realiza su primera edición virtual y transmite desde la antigua Plaza de Gallos; en 2021 se realiza una Fenal híbrida (con actividades en línea y presenciales) y multisede, teniendo como puntos de encuentro la antigua Plaza de Gallos, la Casa de la Cultura Diego Rivera, el Museo de las Identidades Leonesas y el Teatro María Grever.
La Fenal ha crecido hasta consagrarse como una de las cinco Ferias del Libro más importantes del país y el encuentro literario más grande de la región. A lo largo de sus ediciones han asistido grandes escritores como los mexicanos Carlos Monsiváis, Fernanda Melchor, Benito Taibo y Ángeles Mastretta; además de autores internacionales como Irvine Welsh, Gilles Lipovetsky y, de manera virtual, el Premio Nobel de Literatura Jean-Marie Gustave Le Clézio; sólo por mencionar algunos.
Compromiso con las Letras
A partir de 2009, la Feria estableció homenajear a los impulsores de la Literatura con el Reconocimiento Compromiso con las Letras. Ese año lo recibió Gonzalo Celorio, en 2010 fue para Felipe Garrido, en 2011 para Laura Emilia Pacheco, en 2012 para Adolfo Castañón, en 2013 el reconocido fue el de las Noticias del Imperio, Fernando del Paso; 2014 fue el año de Juan Villoro, 2015 para Margo Glantz, 2016 para Eugenio Aguirre, 2017 para Amparo Dávila, el 2018 para Antonio Malpica, 2019 para Élmer Mendoza, 2020 para Cristina Rivera Garza y 2021 para Bernardo Fernández Bef.
Ahora en 2023 fue para Leopoldo, por ser un impulsor de la lectura, el periodismo cultural y uno de los creadores factuales de una feria que durante 10 días esperaba a 80 mil visitantes y recibió a 90 mil, para disfrutar de 260 actividades literarias, artísticas, talleres y exposiciones.