viernes, noviembre 22, 2024
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YO LA MENDOZA, EL PODER DE LA VIDA A PESAR DE LOS MIEDOS

En Irapuato vive Yolanda Mendoza, licenciada en administración de empresas, esposa y madre de familia. Aunque nada en esta vida es plano ni constante, y Yola lo tuvo que vivir en carne propia: “Me han mandado muchos retos, he tenido diversas etapas que enfrentar hasta el día que decidí emprender este proyecto”.

Y es que las leches veganas Yo La Mendoza no nacen en medio de la prosperidad ni de la alegría por comenzar algo nuevo y cumplir un sueño: “Desde siempre me he dedicado a lo que son los sistemas de gestión de calidad, pero por motivos de salud tuve que empezar a cambiar mi alimentación y a buscar opciones para cuidarme. Dentro de todos estos cambios que he tenido desde el 2018 pasé por un proceso de quimios y radiaciones que afectaron mi sistema digestivo. No soy vegana ni cien por ciento vegetariana, mis esquemas de alimentación me las ponía el gastroenterólogo y la nutrióloga, ya estaba muy desesperada de comer lo mismo y les preguntaba que si no había más opciones de comida. Entonces la nutrióloga me habló de las leches veganas”.

Yolanda Mendoza, lado a lado con su creación: leches veganas “Yo La Mendoza”.

Así es como su esposo la anima a que ambos aprendan a preparar alimentos para resolver su alimentación, y platicando, recordaron a un compañero de trabajo vegetariano y a su esposa que daba cursos de cocina: “Toda la familia entró al curso, la señora vendía los aparatos para hacer la leche vegana pero definitivamente yo no estaba en condiciones de comprarlo, pero la señora me animó, me dijo que podía pagar poco a poco, y terminé accediendo sin saber cómo iba a hacer para pagarlo”.

De pronto, con la salud afectada, su sistema inmunológico debilitado y una deuda entre sus manos, sintió la necesidad de hacer algo para remediar las cosas, y fue entonces cuando se decidió a hacer leches veganas para vender y pagar así el aparato: “Mi emprendimiento consiste en llevar un producto saludable que le dé bienestar a las personas y sea una opción de alimentación. Yo La Mendoza promueve leches veganas y vegetales hechas con semillas y agua, no tienen sabor artificial, azúcar añadida, ni conservadores por lo que pueden ser consumidas por cualquier persona, incluso si tienen problemas de salud. Es un producto cien por ciento casero. Lo preparo con mucho cariño pensando en que les dé salud a quienes lo consumen. Tiene muchos nutrientes, proteínas y minerales en todas las versiones, hacemos leche de almendra, de nueces, de semillas de girasol, de amaranto, de avena, de avena con coco. Incluso hay quienes la piden con su propia combinación de semillas”.

Y es así como en el momento preciso y su gran determinación el proyecto fue formalizado, diseñado y promovido. En cada pedido que llegaba la emoción se expandía… y sin embargo, también había miedo: “primero el miedo a quedarte en lo que ya conoces, en el no querer cambiar y tomar riesgos, el de conocer y hacer cosas nuevas pero también el miedo al fracaso, a que no se venda, no se mueva, no le guste a la gente… a mis hijas también les daba pena salir a vender, ofrecer los folletos…” pero Yo La Mendoza sacó la casta y poco a poco ha logrado avanzar, subsistir y crecer a pesar de la mala economía por la que atraviesa el país: “Mi esposo me ha apoyado siempre, mis hijas están conmigo, me ayudan, se involucran, empacan el producto y tratan de participar a pesar de su timidez”.

Con esta fuerza como sostén llegó el crecimiento: “Mi idea en un primer momento fue limitar la venta a personas cercanas y a mis vecinas pero después me di cuenta de que no me podía quedar ahí. Empecé a aplicar mis conocimientos en un proyecto que fuera mío. Mi esposo encontró el mercadito local en Irapuato, fui a ver. Le mandé la información de mi producto a la administradora y aunque estaban llenos me prometió que cuando hubiera un lugar me llamaría. Y así lo hizo semanas después, me llamó y me dijo que había un espacio. En ese momento no lo pensé y acepté pero después me llené nuevamente de miedo por mi sistema inmune bajo, por los efectos de la pandemia y los riesgos… entonces mi terapeuta me fue llevando poco a poco y me convenció de que no había por qué no estar ahí. Ya estaba dicho, ya estaba pagado el espacio. Era un hecho. Y entonces, en esa primera experiencia, surgió esa cadena de favores y de apoyo que me ha sostenido”.

Yo La Mendoza promueve leches veganas y vegetales hechas con semillas y agua, sin sabor artificial ni azúcar añadida ni conservadores.

Hoy, Yola está fuera de peligro, su emprendimiento crece. Ahora también hace malteadas saludables y nutritivas endulzadas de manera natural, con dátiles o jarabe de agave, sin embargo, los miedos de vez en cuando siguen apareciendo: “El mayor de ellos es no lograr sostener mi proyecto. Lo empecé, lo logré, lo inicié pero ahora cómo lo voy a hacer crecer. Eso implica mucho tiempo que tengo que equilibrar porque de alguna manera estoy trabajando desde casa, tengo que seguir en consultas médicas y también debo descansar porque mi cuerpo me pide pausas que antes no necesitaba hacer”.

La Yolanda que hoy encabeza esta deliciosa pequeña empresa es muy diferente a la Yolanda que inició todo, y ella misma lo reconoce así: “El logro más importante que puedo tener es que me he empoderado, me he vuelto más segura, he enfrentado mis miedos, ahora los controlo yo a ellos. Recuperé mi salud, la estoy fortaleciendo. Y en familia hemos superado muchas pruebas, maduramos, aprendimos a ver la enfermedad como un reto, a cuidar la salud y mantenernos unidos”.

Este final feliz que en realidad es un inicio de éxito, se condimenta con muchos otros factores como la unión espontánea con otros productores, gente que apoya incondicionalmente sin conocerse entre sí, otras que dan su mano sin esperar nada a cambio… “aunque también te encuentras con la realidad de un país en el que la economía no prospera, la gente sale pero no tiene el poder adquisitivo para comprar. Las ventas bajas son una constante para todos. Todavía la economía no está como quisiéramos”.

Y sin embargo, Yo La Mendoza sigue adelante: “Seguimos buscando, tocando puertas, estamos en el mejor momento… hasta donde yo me ponga límite es a donde vamos a llegar”.

Elena Ortiz Muñiz
Elena Ortiz Muñiz
Elena Ortiz Muñiz es licenciada en Ciencias de la Comunicación, escritora, editora en Pacholabra Ediciones. Fundadora de los proyectos Alas para niños y jóvenes escritores y Manos en Vuelo.
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