La electromovilidad está impulsando la transformación acelerada en la industria automotriz y las universidades tienen el reto de preparar recursos humanos para los nuevos empleos que se necesitan en el futuro inmediato, comentó la doctora Adriana Martínez Martínez, durante su conferencia “Electromovilidad: una disrupción en la industria automotriz”.
La expositora es doctora en Estudios Sociales con especialidad en Estudios Laborales por la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa (UAM-I) y es Investigadora Nacional Nivel II e integrante de la Academia Mexicana de Ciencias. También se desempeña como profesora de la Escuela Nacional de Estudios Superiores Unidad León de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien fue invitada a dar una plática virtual en la que mostró resultados de su trabajo de investigación.
Describió los nuevos empleos que se vislumbran, como ingeniería de sistemas de propulsión eléctrica, ingeniero(a) de baterías, técnico de mantenimiento de vehículos eléctricos, especialistas en reciclaje de baterías, investigadore(a)s de materiales, ingeniería de software de vehículos autónomos, por mencionar algunos ejemplos. En cuanto al desarrollo de tecnologías, existen áreas para el desarrollo de baterías, frenado regenerativo, inversores de potencia, motores eléctricos e infraestructura de carga.
Explicó que la industria 4.0 proporciona las herramientas y tecnologías necesarias para mejorar la eficiencia, la innovación y la sostenibilidad de la electromovilidad, desde la fabricación hasta el uso diario de los vehículos eléctricos.
Algunos ejemplos apuntan a la tecnología de manufactura inteligente, inteligencia artificial, la ciberseguridad, la realidad aumentada, big data y analítica, internet industrial de las cosas, gemelos digitales, todo ello con impacto en diversas áreas como optimización de operaciones y rendimiento, predicción de demanda, monitoreo y mantenimiento predictivo, simulación y pruebas, gestión de flota, seguridad de la infraestructura, entrenamiento y capacitación, diseño y prototipado, automatización y robótica, entre muchas otras.
Además del impacto a la sostenibilidad, en torno a la electromovilidad confluyen iniciativas gubernamentales, alianzas y colaboraciones entre los principales actores: empresas, proveeduría, gobierno, consumidores, centros de investigación y universidades. Consideró que se puede formar un ecosistema de innovación para la electromovilidad.
Según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) de enero de 2020 a diciembre de 2022, hubo 122,549 unidades vendidas de vehículos híbridos y eléctricos, con presencia en 31 estados de la República; se contabilizaron 1,146 estaciones de carga y en 2023 la producción llegó a 100 mil unidades.
El estado Guanajuato se sitúa en el sexto lugar entre los 10 principales productores de vehículos híbridos y eléctricos, con un 3.4% de la producción. Actualmente hay 6 armadoras de vehículos eléctricos en México, más la prometida gigafactory de Tesla que no ha aterrizado.
La invitada concluyó que existen iniciativas que reflejan un esfuerzo creciente de algunos gobiernos estatales para impulsar la transición a la electromovilidad, reconociendo los beneficios ambientales y económicos asociados. Que la industria 4.0 proporciona las herramientas y tecnologías necesarias para mejorar la eficiencia, la innovación y la sostenibilidad de la electromovilidad, desde la fabricación hasta el uso diario de los vehículos eléctricos, y finalmente, que la colaboración entre el sector público, privado y la academia es clave para el éxito de estas iniciativas.
