Hablar de ballet es hablar de disciplina, preparación y entrega. Pero también es remitirse al arte de expresar a través del cuerpo, de fluir con técnica y ligereza y dibujar con pasos en punta sobre un escenario plano en el que la magia ocurre.
En Guanajuato, particularmente, el ballet lleva nombre y apellidos, referirse a él es pensar, sin duda, en Mariella Messina, a quien solo se le puede conocer profundamente en su estudio, cuidando cada detalle en el desempeño de sus alumnos, de su Centro de Danza, de esa disciplina artística que tanto ama, respeta y hace respetar con su trabajo incansable de años, muchas veces aplaudido, otras injustamente relegado.
“Soy Mariella Messina, una persona amante del arte en su esencia espiritual más profunda y formación técnica: Belleza y Verdad. Soy italiana y procedo del Teatro San Carlos De Nápoles, uno de los teatros más importantes de Europa. Ahí tuve mis primeros pasos y culminé toda mi preparación académica y artística.
“Bailé en su magnífico teatro y tuve la oportunidad de participar al lado de grandes figuras del ballet. Hablar de uno mismo es muy difícil. Lo que puedo subrayar es mi característica principal: tenacidad y disciplina que son los primeros requisitos para dedicarse a una carrera como el ballet”.
Y efectivamente, esa tenacidad y disciplina es la que ha sembrado en cada generación de bailarines que han pasado por su estudio. Dicen que en la vida lo importante no es solo saber, sino compartir aquello que se sabe. Y ella, lo ha hecho con gran entrega en nuestro país, y fundamentalmente en Guanajuato.
“Radico en México desde hace muchos años y desde siempre quise aportar mis conocimientos profesionales de este difícil arte. Aquí en Guanajuato inicié con una academia de ballet, buscando siempre la calidad en cada uno de mis alumnos, cosa que muchas veces no fue del agrado para algunos padres de familia, pero, aun así, sin preocuparme por la parte lucrativa, preferí perder alumnos que sacrificar mis principios éticos en este campo. Gracias a ello pude ir más allá y crear un grupo de profesionales que pudieran enaltecer al estado con espectáculos realmente dignos”.
Y es que más allá de la belleza de los tutús, de las anheladas zapatillas de puntas, y de los múltiples clichés que rodean a esta disciplina, lo que Mariella Messina ha trabajado todo este tiempo es la perfección, la técnica y la honra al ballet por encima de lo social y el estatus.
En su Centro Danza Compañía, las alumnas no sólo se perfeccionan, sino que también participan en puestas en escena, muchas de ellas, escritas, coordinadas y diseñadas por la misma Mariella.
“Muchas de las obras que he presentado sobre el escenario son de mi autoría. Con Sueño y estoy Despierto, Ballet Surrealista participé en el Festival Internacional Cervantino 2016, con extraordinarios comentarios que me favorecen y enaltecen el esfuerzo realizado.
Sin embargo, su camino no ha sido fácil. Ha debido enfrentarse a lo largo del tiempo a puertas cerradas, a múltiples negativas, a una existencia que ha dependido íntegramente de su esfuerzo y perseverancia. De un constante levantarse después de las decepciones y a pesar de ello, seguir adelante.
“Mis retos de sobrevivencia artística han sido inmensos. No pertenezco a ninguna Institución y por lo tanto todo lo he hecho por mis propios medios y con algunos apoyos que personas amantes del arte han puesto a mi disposición. A todos ellos mi agradecimiento”.
Sin embargo, y a pesar de todo, siempre hay quienes reconocen el trabajo realizado, que aquilatan la calidad de la enseñanza y tienen verdaderos deseos de ser un día un bailarín o bailarina de ballet profesional, lo cual es posible en su Centro de Danza, pues los alumnos deben presentar un examen ante expertos en la materia para ir avanzando hasta obtener su título profesional.
“Centro Danza Compañía, como se denomina el grupo que he formado, está integrado por bailarines con requisitos técnicos. Mi dificultad es darme cuenta del poco esfuerzo y falta de compromiso por parte de algunos de ellos. El compromiso es clave en el ballet y en todas las bellas artes. Terpsícore es una musa muy celosa y la entrega humana en este campo debería ser total. Solamente quien es un apasionado del arte puede seguir un ritmo tan demandante”.
Resulta difícil aceptar que en un estado eminentemente cultural no exista una Compañía de Ballet que lo represente.
“El artista debe recibir la justa paga por el trabajo que realiza y es una pena que al ballet no se le dé la dignidad que merece. Pero también es cierto que el artista no es un mercenario del arte y debe siempre darlo todo desde el momento en que acepta un compromiso tan exigente”.
Y es que cada puesta en escena implica un reto, un desafío. No es solo tocar puertas y conseguir que éstas se abran, sino que desde el interior y hasta el mínimo detalle convergen en el éxito de una función que transcurre en un promedio de 90 minutos que, no obstante, llevan detrás horas y horas de esfuerzo continuo y un constante trabajo resolviendo todo aquello que se va presentando.
“Estoy en continua búsqueda humana y artística que pueda ayudar a consolidar para el estado una pequeña compañía de ballet con las características propias de entrega y justa remuneración a los artistas involucrados. Por mi parte lo entrego todo y realizo desde el diseño de vestuario hasta las manualidades de tocados. En la conocida obra: Luz Oscura inventé yo misma la mecánica de las enormes alas con las cuales los bailarines tenían que bailar y dar al mismo tiempo la idea de Ángeles ligeros y etéreos. No acabaría de mencionar todas las peripecias que he tenido que llevar a cabo para realizar cada uno de mis espectáculos. A pesar de iniciar ensayos con anticipación, me he topado, una y otra vez, con reajustar la coreografía en los últimos momentos, por el simple hecho de que algunos integrantes deciden simplemente desistir. Estoy acostumbrada a cumplir. No obstante, gracias a todo esto, sobrevivo”.
Pero, ¿Qué viene ahora para el reconocido “Centro Danza Compañía”?
“Invito a todas y todos a mi próxima función: El Lago de los Cisnes: los actos blancos y el Cisne Negro. El Lago de los Cisnes, al igual que todas mis presentaciones, ha pasado por innumerables dificultades, pero gracias a mi disciplina y tenacidad, que mencioné al principio, en colaboración con el Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato, se presenta en el Teatro Cervantes el día 20 de julio. Habrá una función de gala a las 8 p.m., y el 21 de julio una función vespertina a las 6 p.m. El espectáculo es apto para toda la familia. Estas funciones, en un primer momento, se programaron en el Teatro Juárez, pero por motivos de manutención del inmueble, serán puestas en escena en el Teatro Cervantes”.
Si hasta ahora no has tenido oportunidad de disfrutar del invaluable trabajo que la maestra Mariella Messina realiza con sus alumnos, y del talento enorme que desbordan sus puestas en escena, esta es una muy buena oportunidad. El mejor apoyo que puede recibir el arte es el de los espectadores.
Personalmente, nunca he podido terminar de ver una función de Centro Danza Compañía, sin ese merecido y emocionado aplauso de pie. Gracias Mariella Messina, por una vida inspirando almas y formando verdaderos artistas.