lunes, septiembre 16, 2024
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SE HACE VISIBLE UN CALENDARIO MILENARIO

Desde la bendición de las semillas hasta la cosecha, el milenario calendario agrícola mexicano por fin se hace visible ante los ojos del mundo en una exposición que reúne arte, ciencia y tradición. Un retrato del tiempo de Jorge Obregón, es una experiencia multisensorial que difunde la más reciente producción de ese paisajista mexicano.

Con un concepto curatorial del escritor y curador Víctor M. Mantilla, la muestra se presenta en el Museo Kaluz, ubicado a espalda de la Alameda Central de la Ciudad de México, del 7 de junio del 2024 al 6 de enero de 2025. El título condensa la esencia de lo que este proyecto significa para Obregón, al que ha dedicado tres años de investigación.

En ese tiempo, el artista plástico recorrió el Valle de México, con especial énfasis las faldas de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, para conocer de cerca hora tras hora, día tras día y mes tras mes, el desarrollo del calendario agrícola indígena para hacer un registro y llevarlo al lienzo de su obra plástica que enriquece al espectador de la ciudad.

El calendario agrícola campesino mexicano es una pieza que involucra arte, ciencia y sabiduría ancestral. En ese sentido, la imagen de la derecha (óleo sobre lino) muestra la bendición de las semillas. (Fotografías de Juan Carlos Castellanos)

Con esta sesuda investigación que derivó en una serie de cuadros de buena factura, Jorge Obregón da continuidad a la tradición iniciada en el siglo XIX por los mexicanos Dr. Atl (Gerardo Murillo, 1875-1964) y José María Velasco (1840-1912), pintores y naturalistas cuya obra permite hoy conocer los paisajes, la flora y la fauna del México de su época.

A Obregón le ha tocado llevar esta tradición por el camino de la ciencia y la poesía, dado que recopiló todo el conocimiento ancestral acerca del paso del tiempo sobre los campos de siembra. Primero recorrió grandes extensiones de tierra, luego observó el tiempo con sus cambios y efectos del 12 de febrero al 30 de octubre y finalmente plasmó cada pintura.

En cada momento del año agrícola campesino mexicano capturó con su pincel la luz y las tonalidades del cielo, de las nubes, de la tierra, de las plantas y de las piedras, para poder exhibirlas. Este calendario contiene 260 días a partir del 12 de febrero, y los restantes son empleados por la tierra para reposar. Así está en la ancestral mente de la cultura indígena.

Más de 50 obras paisajísticas se presentan en la exposición que permanecerá abierta hasta el 6 de enero de 2025. (Fotografías de Juan Carlos Castellanos)

La exhibición contempla un recorrido por un año solar mediante el retrato de fenómenos del paisaje, astronómicos, culturales y naturales que dan cuenta del espacio y del tiempo en la cuenca hidrográfica del centro de México, la zona del Nevado de Toluca y la cuenca de Lerma; Son más de 50 obras a las que corresponde un momento de tiempo y espacio.

Tiene como base la investigación antropológica, documental y astronómica desarrollada por el artista Jorge Obregón. El proyecto original, en el que se basó esta exposición, llevó el nombre de La luz en el calendario agrícola, y le granjeó al pintor su ingreso con el pie derecho al Sistema Nacional de Creadores de Art (SNCA), un acto de plena justicia.

Obregón plasmó sus convicciones con la sutileza de la luz que se despliega para cubrir las texturas y los matices de atmósferas nacientes. La obra muestra la pasión, admiración y respeto que expresa el pintor en los temas que aborda. Sus emociones, disueltas en la energía que recorre sus paisajes, reverberan emanando luz entre los astros, los mantos acuíferos y la piel de los cerros.

“Un retrato del tiempo” de Jorge Obregón condensa la esencia de tres años de investigación a pie de campo. (Fotografías de Juan Carlos Castellanos)

El recorrido temporal que configura la muestra comienza un 12 de febrero, día en que los pueblos del centro de México dan inicio al calendario agrícola. Al amanecer, el Sol aparece desde el corazón de la Iztaccíhuatl visto desde el cerro de Cocotitlán. Ahí, un adoratorio marca el lugar especial, encargado de señalar el fenómeno solar como un amanecer simbólico.

Concluye con el solsticio de invierno, una vez que las cosechas han concluido y la tierra se prepara para la renovación de su ciclo. Esto ocurre entre el 21 y el 25 de diciembre, fechas en las que actualmente se celebra la Navidad, pero que antiguamente se celebraba el nacimiento de Huitzilopochtli, el poderoso dios solar de la cultura de los mexicas.

El plazo temporal de un año está señalado mediante seis calendarios circulares, cuyo contenido contó con la colaboración del arqueo-astrónomo Arturo Montero García, y que permiten al público situarse temporalmente en el recorrido y hallar en cada pieza que ahí se exhibe las marcas que permiten dar cuenta fiel de la transformación y la memoria.

Las obras son diversas como diverso es el ciclo que representan, junto a cuya materialización gráfica figura el artista. (Fotografías de Juan Carlos Castellanos)

Acompañando a las obras, el arte sonoro de Jorge Solís Arenazas produce un ambiente vivencial que remite a su vez a los cambios naturales y culturales retratados por Obregón. La muestra cuenta con dispositivos olfativos que remiten al tiempo: el copal de la ceremonia de inicio del calendario, el petricor (olor de la lluvia al caer en suelos secos) y el cempasúchil silvestre que crece al terminar la cosecha, entre otros.

Jorge Obregón. Un retrato del tiempo está acompañada de actividades paralelas para todo público, y se llevará a cabo una serie de experiencias especiales. Estos eventos con costo brindarán a los participantes la oportunidad de visitar algunos lugares que dieron inspiración a Jorge Obregón, permitiéndoles sumergirse en los mismos paisajes que el artista capturó con su pincel.

Además, expertos en fenómenos naturales y astronómicos ofrecerán actividades que enriquecerán la comprensión y disfrute de la exposición. Estas experiencias prometen complementar la visita a la exposición en un viaje vivencial, conectando de manera profunda y personal a los asistentes con la naturaleza y el paisaje plasmados en las pinturas de Obregón.

Juan Carlos Castellanos
Juan Carlos Castellanos
Juan Carlos Castellanos C., es periodista con más de 40 años de experiencia en temas culturales. Entre otros muchos, ha merecido el Premio Internacional de Periodismo “Ludwig Von Mises” de las Naciones Unidas y su labor como reportero ha sido antologada en diversos libros y revistas.
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