Consecuentemente, el pintor, escultor, ilustrador y diseñador mexicano Arnaldo Coen está abierto a toda clase de críticas, comentarios y glosas sobre su más reciente exposición, Qué abre otro misterio.
“A partir de la obra que el artista hace, siempre se debe saber qué es lo que puede decirle al espectador; generalmente me piden que explique qué deseo transmitir en cada pieza, pero yo reviró al pedir que sea el espectador quien me deje ver qué le ha transmitido mi trabajo”, señaló el laureado artista perteneciente a la Generación de la Ruptura mexicana.
El Centro Regional de Cultura de Texcoco “Casa del Constituyente” cobija la muestra de Coen, conocido por su obra vanguardista que explora las complejidades de la condición humana. Qué abre otro misterio invita a penetrar en un diálogo con su arte, ofreciendo una selección de piezas que revelan la singular visión del artista en torno a lo femenino.
Las esculturas y pinturas de torsos femeninos de Arnaldo Coen, quien a través de sus creaciones desafía toda clase de convencionalismos, son importantes porque representan una búsqueda abstracta y simbólica del cuerpo humano. El artista usa torsos para destacar la forma, la textura, y la esencia del cuerpo, simbolizando así identidad y vulnerabilidad.
Arnaldo Coen, quien ha evolucionado en sus procesos creativos deshaciéndose poco a poco de sus deseos y de sus egos, incorporándose al mundo universal del arte, mantiene intacta la sabiduría de los años y la chispa de quien vive en paz consigo mismo. Así, sostuvo con fresca sonrisa que no termina sus obras, “más bien ellas terminan conmigo”.
¿Qué lo indujo a pintar y a esculpir obras de tan asombrosa belleza? “Todo lo inventado por el hombre es eso, una invención. Pienso que Homero inventó una serie de personajes que muchas veces creemos reales, pero son inventados y nosotros, lectores, los vivimos. Yo quise tener un invento a partir del invento de otros artistas, entre ellos, Velázquez”.
El maestro habló de Diego Velázquez, pintor del Siglo de Oro Español y de su famosa obra Las meninas, como comúnmente se conoce y llama a su cuadro La familia de Felipe IV (1656). “Esa obra es un espacio de escala 1-1. Es decir, cuando el espectador se enfrenta a ella en el cuarto donde fue pintada, el cuadro es la continuación del cuarto”.
El artista plástico Arnaldo Coen, reconocido con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el campo de Bellas Artes por su trayectoria como pintor y sus actividades artísticas que forman parte de la difusión y preservación de las tradiciones populares de México, recordó a su entrañable amigo, José Luis Cuevas, “quien ya no está presente pero sí está”.
“Todo en el mundo está dividido en dos partes, una visible y la otra es invisible; aquello visible no es sino reflejo fiel de lo invisible”, dijo. El autor usa volúmenes imposibles, relaciona las formas y las figuras que pertenecen a diferentes planos en la realidad y luego las hace dialogar mediante surrealismo y asociaciones libres en el espacio imaginario.
Respecto a sus obras monumentales, la actividad mural de Coen inició con El hombre ante el espejo de la violencia (1969) para la Feria de Osaka, Japón de 1970. En 1972 pintó un mural en el Centro Cultural de Guadalajara. En 1998 realizó la Bóveda de los signos así como obras de gran formato para la librería Gandhi y la Fundación Carmen.
Finalmente, cabe señalar que sobre su obra artística han escrito importantes críticos de arte y escritores célebres, como Octavio Paz, Raquel Tibol, Carlos Monsivais, Juan García Ponce, Salvador Elizondo, Teresa del Conde, Sigrunn Paas, Josephine Siller, José Manuel Springer, y muchos otros, nacionales y extranjeros, dentro y fuera de México.
La exposición Qué abre otro misterio de Arnaldo Coen, que presenta la corresponsalía Texcoco del Seminario de Cultura Mexicana, estará abierta al público hasta el 25 de septiembre en su sede ubicada en la Primera Cerrada de Nezahualcóyotl 15, Centro de Texcoco de Mora, de lunes a viernes de 10:00 a 18:00 y sábados de 10:00 a 14:00 horas.
