Vértices, espectáculo en vivo del Coro Gay de la Ciudad de México, es una fiesta que derrama creatividad y belleza, música internacional y voces en vivo, con una exquisita pátina de luces y escenografía. El público podrá conocer, el sábado 21 y el domingo 22 de junio en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, distintas historias y realidades, al igual que la deconstrucción de éstas a través de la tecnología y la realidad virtual.
De acuerdo con Enrique Dunn, Fernando Gómez Pintel, y Alberto Salgado, directores artístico, escénico y coreográfico, respectivamente, con más de 70 cantantes y cuerpo de baile, Vértices evoca a artistas y activistas LGBT+ que inspiraron su creación, entre ellos Sony Rangel, César Zoé, Fabián Cháirez, Morganna Love, Azul Piccone, Kenia Cuevas, Zemmoa, Ociel Baena y Johan Fernández, entre otros creativos destacados.
El Coro Gay Ciudad de México, coincidieron los tres directores, está celebrando 12 años de actividades y los festeja con este espectáculo. “Nos hemos presentado en foros de Nueva York, Los Ángeles, San Diego y Minneapolis, en Estados Unidos, así como en escenarios de Baja California, Michoacán, Morelos, Jalisco, Guanajuato y el Estado de México. En la Ciudad de México hemos realizado funciones en numerosos teatros”.
A través de Vértices, comentaron a equisgente, los asistentes se sentirán transportados a otra dimensión. “Tenemos la costumbre de pensar que nuestra cotidianeidad, contexto y status quo son la única realidad, sin embargo, con esta puesta en escena demostramos que no sólo se tienen contrastes, sino que, dentro de la invalidación de una perspectiva distinta a la propia, cada persona fomenta una doble moral intrínseca a la existencia misma”.
En ese sentido, advirtieron, en la propia definición del coro, “es donde cada individuo y cada concentración social crece y aprende en su propia arista, desde la cual eventualmente convergerá con otra, creando así un vértice. Al mismo tiempo, reportaron al Coro Gay de la Ciudad de México listo para ofrecer dos funciones extraordinarias, el día 21 a las 19:00 horas y el día 22 a las 18:00, en el teatro de Donceles 36, Centro Histórico.
El Coro Gay Ciudad de México LGBTIQPA+ desafía los límites de la realidad a través de esta obra, concierto que une inusualmente diferentes historias que convergen en paralelo y se encuentran en los vértices de un teseracto, esa peculiar figura geométrica a partir de la cual es posible tener una idea de lo que podría ser la cuarta dimensión, por lo tanto, resulta necesario desarmarlo para poder comprenderlo de manera clara e indiscutible.
“Mocatriz”, “Ay mamá”, “Unholy”, y “Abracadabra”, entre otras canciones, formarán el repertorio que interpretarán cinco voces (mezzo, tenores 1, tenores 2, barítonos y bajos) y el colectivo Voces Violetas, formado por mujeres de la diversidad y divergencias sexo genéricas. Con humor y sátira, tocarán problemáticas que a veces son invisibilizadas, incluso dentro de la misma comunidad, abundaron los tres estrategas del concierto.
Para preparar este espectáculo se realizaron seis conciertos previos, Camino a Vértices, en los cuales el coro presentó un concepto que aborda la diversidad desde la perspectiva de cada una de las voces. En esos seis conciertos se entregó una tarjeta, la cual fue sellada en cada evento, por lo que el público que asista recibirá premios especiales durante el concierto Vértices, como acceso a palcos exclusivos, y conocer y saludar a los artistas.
Camino a Vértices es al mismo tiempo la gira capitalina que reúne seis conciertos en los que toman parte las distintas secciones vocales de la agrupación y que inició el 2 de mayo en el Teatro Benito Juárez y culminará con las presentaciones de los días 21 y 22 próximos en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, en los cuales la agrupación formada por 70 voces estrena canciones y arreglos, en el marco del Mes del Orgullo LGBT+.
Finalmente, subrayaron que en un mundo en el que el silencio aún oprime y los prejuicios lastiman, los dos conciertos en puerta, igual que los anteriores, representan una suerte de “canto de resistencia y esperanza”. Este espectáculo no solo celebra la música sino que se convierte en una plataforma para dignificar la vida de quienes viven y conviven con VIH y deben enfrentarse al estigma de la ignorancia y desconocimiento social del tema.
