viernes, noviembre 22, 2024
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LA VOLTA: UN ESPACIO PARA TEJER REDES

Un ejemplo de autogestión cultural en el corazón de Girona.

En el barrio de Sant Narcís en Girona, España, emerge un proyecto cultural único y colaborativo llamado “La Volta”. Fundado en 2014, este espacio ofrece residencia a artistas y colectivos dedicados a las artes visuales, el diseño y la artesanía. Marta, Sureda, Montserrat Moliner y Noura Karam son las que lideran la gestión del proyecto actualmente, un punto focal de intersección entre artistas y artesanos en Girona.

Actividades de las Jornadas voltaicas. (Fotografía de Ayelén Salerno).

“¿En qué consiste la residencia, Martha?”, le pregunté con curiosidad.

“Ofrecemos un espacio de trabajo, mentoría y asesoramiento, oportunidades para exhibir obras en eventos y exposiciones, así como respaldo para la realización de proyectos y posiblemente apoyo financiero”, me respondió.

En sus inicios, “La Volta” nació como un coworking y estudio de diseño que fundó la Asociación Cultural “Fang” formada por Joanot Cortès, Gal·la Misserachs y Marta Sureda en la Plaza de la Asunción. Gracias al impulso del “Bòlit”, el Centro de Arte Contemporáneo de Girona, el proyecto se expandió y tras la disolución de la asociación original, en 2018 nació la asociación cultural “La Volta”, liderada de manera autónoma. Esta estructura descentralizada ha permitido una toma de decisiones ágil y flexible, facilitando los procesos.

Actividades de las Jornadas voltaicas. Fotografía de Helena Roig.

La asociación se mantiene por una subvención que es por concurso público cada tres años y es por parte del Ayuntamiento, además, “nosotras también pedimos subvenciones a la Generalitat de Catalunya y a la Diputación de Girona. Y también tenemos recursos propios con las mensualidades de los socios residentes o incluso amigos. Bueno, pues tenemos otras vías de financiación más allá de lo público”, señala Marta.

La singularidad de “La Volta” además de la autogestión, radica en su apertura a propuestas diversas. Marta destaca: “aceptamos cualquier propuesta siempre y cuando tenga calidad”. Esta mentalidad abierta se traduce en una amplia variedad de expresiones artísticas. “No solo es un espacio de trabajo individual, sino un colectivo que fomenta la colaboración y la creación conjunta. Los residentes no solo desarrollan sus proyectos personales, sino que también participan en iniciativas de La Volta y establecen sinergias entre ellos”, me comentó Marta con entusiasmo.

Actividades de las Jornadas voltaicas. Fotografía de Ayelén Salerno.

El proyecto se involucra de manera activa en la comunidad local al participar en eventos significativos como la “Fiesta Mayor” y colaborar estrechamente con otras entidades del barrio. Montse destaca dos iniciativas sobresalientes: “La Incómoda”, un proyecto dedicado a las artes y la transformación social, así como “Cómete Sant Narcís”, enfocado en la gestión y reflexión sobre huertos comunitarios en la ciudad.

Las tres coordinadoras gestionan sus responsabilidades en el proyecto de manera conjunta con otras ocupaciones, enfrentando desafíos comunes, ya que, como cualquier otro colectivo, “La Volta” no está exenta de conflictos. No obstante, para abordar estas situaciones, se llevan a cabo asambleas periódicas. De acuerdo con Marta, el respeto mutuo ha sido fundamental para preservar un ambiente laboral positivo.

“Este enfoque no solo brinda libertad, sino que también fortalece el compromiso y la responsabilidad de cada miembro”, dijo Marta. La cultura catalana, está reflejada en la dinámica de “La Volta”, marcada por un fuerte tejido asociativo y colaboración comunitaria.

Actividades de las Jornadas voltaicas. Fotografía de Helena Roig.

Actualmente la conforman artistas de diferentes países como Argentina, Colombia y República Dominicana, por mencionar algunos. El proyecto ofrece un espacio internacional para aquellos que desean sumarse al colectivo, aunque “no tenemos modalidad a distancia, solo un lugar físico en Girona”, apuntó la entrevistada. Este espacio de conexión y colaboración, puede ser un modelo inspirador para otras comunidades, con el fin de generar más unión de manos y mentes dedicadas a la expresión artística, un aspecto fundamental que en tiempos de guerra tanta falta nos hace a la humanidad.

Ana Solórzano
Ana Solórzano
(Guanajuato, Gto. 1993) Bióloga egresada de la Universidad Autónoma Metropolitana, Campus Xochimilco. Promotora del cuidado del agua y la conservación de la naturaleza, a través de los medios de comunicación y proyectos comunitarios. Su principal motivación profesional es desarrollar estrategias sustentables para la conservación del agua.
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