El 4 de enero se celebra El Día del Periodista Mexicano en honor a Manuel Caballero, periodista y escritor nacido en Tequila, Jalisco, quien revolucionó el gremio periodístico en el país en la época del porfiriato. Considerado el padre del arte de reportear, murió un 4 de enero de 1926 en la Ciudad de México.
El contexto
El periodismo mexicano del siglo XIX tenía el estilo y estructura del modelo europeo: en un mismo texto se informaba y opinaba.
En el contexto de la pugna política entre liberales y conservadores, los impresos cumplían el papel esencial de espacio para la difusión de las ideas y tribuna para su discusión.
Había periódicos de gran tiraje, como El Siglo XIX o el Monitor Republicano, pero la mayor parte de los impresos eran de periodicidad de semanal a mensual y de menos de mil ejemplares.
Las diversas facciones asignaban recursos para adquirir imprentas y editar periódicos más por una cuestión política que económica.
El modelo liberal francés era el dominante, pero iba a ser sustituido por otro: el generado por los Estados Unidos.
La guerra civil de secesión llevó a la prensa estadounidense a cambiar el modelo francés de información-opinión al de separar ambos aspectos. La noticia oportuna y la diversidad de opiniones dieron pie al modelo de considerar la opinión como una forma de edición de la realidad (de ahí que fuera el “editorial”) y como mero periodismo informativo a los datos “objetivos e imparciales”. En este segundo rubro jugaron un papel importante los que “sólo” consignaban un hecho: los reporter. Era “el periodista que busca la noticia”.
En el caso de México, ser periodista y ser político no eran condiciones excluyentes en el periodismo en el siglo XIX. El protagonismo político-periodístico respondía a una concepción ideológica del liberalismo: en una sociedad democrática, la opinión pública era la representación del ejercicio del derecho a la libertad de expresión. Quien comenzó a romper esa línea, fue Manuel Caballero.
Los orígenes
El periodista nació en Tequila, Jalisco, el 1 de enero de 1849. Estudió derecho en Guadalajara pero no terminó la carrera y comenzó a trabajar como redactor en los diarios El Siglo XIX, El Monitor Republicano, El Federalista y La Época (Bonilla; 2016).
Su trabajo de reporter inició en México en 1880, como “cazador de noticias” para El Noticioso y luego para Novedades (Velasco Valdés, 1955). El reporter pronto fue parte esencial del diarismo en la prensa metropolitana. Su surgimiento era parte del llamado “segundo periodismo”, que abarca de 1830 a 1900, caracterizado por la prensa de masas y el inicio de la profesionalización de los periodistas, la creación de reportajes y titulares, la utilización de la publicidad y la consolidación de la economía de empresa (Pena de Oliveira, 2006:35).
Desde finales del siglo XIX y durante el ocaso del porfiriato, los reporters fueron fundamentales en el crecimiento de un periodismo más informativo y coexistió con literatos, políticos y los gacetilleros o redactores de trabajos por encargo.
Sin embargo, no obstante ser una característica de la prensa moderna, la figura del reporter no era muy común en la mayor parte de los periódicos del país. De hecho, a nivel nacional tardó en generalizarse y su principal reflejo de formalidad se registró hasta 1896 con la apertura de El Imparcial, considerado el primer periódico “moderno” de México.
Como pasó con la guerra civil de los Estados Unidos, la revolución mexicana terminó por darle cotidianidad al trabajo reporteril en México (durante ese periodo comenzó su práctica regular en Guanajuato). Había cronistas de la vida social de su tiempo, como Isidro Guerrero, que escribía para La Opinión Libre, semanario de la ciudad de Guanajuato. El semanario leonés El Obrero tenía reseñistas y cronistas como Ramón Orozco, Manuel Alcocer y el mismo director del impreso, Jesús Rodríguez.
Cuando la Revolución alcanzó a León y el estado, El Obrero fue el primer impreso en publicar una edición diaria y comenzar a utilizar el modelo estadounidense de tener a una persona que consignara los hechos y otra que emitiera juicios sobre ellos. Así surgió formalmente el reportero en la entidad.
Semilla sembrada
El surgimiento de El Universal (1916) y Excélsior (1917) abrieron la etapa de periodismo industrial en el país. La estructura periodística que separaba noticias de opiniones y reporteros de articulistas se hacía la regla. Así lo alcanzó a ver don Manuel Caballero, quien murió en la ciudad de México en 1926 y en su memoria se festeja el 4 de enero como “Día del Periodista” en México.