Las pasiones de Humberto Navarro, leonés productor de televisión comercial
Hugo Humberto Navarro Anaya nació en León el 19 de abril de 1943. Falleció en enero de 2010 y fue un productor de televisión mexicana comercial.
Produjo exitosos programas y pocas personas saben que él era el cuerpo detrás de la botarga de La Pájara Peggy, personaje del programa La Carabina de Ambrosio. Fue un hombre generoso con los que iniciaban y por agradecimiento por darle un programa, Roberto Gómez Bolaños, el afamado “Chespirito”, puso en una serie de programas del Chavo del 8 los banderines del Club León (de diferentes épocas) en la casa de Don Ramón (vamos a’i, qué pasó: yo le voy al Necaxa). Nativo de León, era de esperarse que Navarro fuera seguidor del equipo de su tierra.
Vida y obra
En 1960 comenzó a relacionarse en el mundo de la televisión al trabajar como asistente en la agencia de publicidad D’ARCY, compañía patrocinadora de programas de radio y televisión. En 1961 le asignaron ser asistente del programa Cómicos y canciones donde participaron Gaspar Henaine «Capulina» y Marco Antonio Campos “Viruta”. El primero tenía parientes en León.
De ser asistente, Humberto Navarro pasó a ser el director del programa y en 1969 Navarro fundó su propia compañía productora de televisión bajo el nombre “Navarro y Asociados” (uno de sus socios era Enrique Guzmán) y produjo el programa cómico Ensalada de Locos, mismo que lo llevó a ser productor de planta en Telesistema Mexicano (que más tarde se convertiría en Televisa). Ahí se relacionó con escritores como Manuel Rodríguez Ajenjo y Antonio Ferrer con quienes realizó varios programas cómicos.
En 1970 y hasta 1972 sería el productor ejecutivo del “programa más exitoso de la televisión mexicana”: El Chavo del 8, creación de un joven llamado Roberto Gómez Bolaños, salido del programa de “Capulina”.
Chespirito y don Ramón (Valdés) tenían como hábito colocar los banderines de los diversos equipos de fútbol y de selecciones extranjeras y en el elenco el fútbol era parte de sus aficiones:
Roberto Gómez Bolaños (El Chavo del Ocho) le iba al América (aunque, según su hijo, antes de ser estrella de televisión, el comediante le iba al Necaxa), Carlos Villagrán (Quico) es chivista, Édgar Vivar (El Señor Barriga) le va a los Rayados del Monterrey, Rubén Aguirre (El profesor Jirafales) le iba a los Pumas de la UNAM, Angelines Fernández (Doña Clotilde o la Bruja del 71) era de origen español y le iba al Real Madrid y, como se ha dicho, Ramón Valdés (Don Ramón) le iba al Necaxa (sobre todo si se trataba de refrendar su virilidad).
Ante ese panorama, no había lugar para los Panzas Verdes, así que Chespirito por agradecimiento y respeto al productor, puso los banderines del club del Bajío en varios programas de los años en que trabajaron juntos.
Chespirito cambió de productor y fue el dominicano Enrique Segoviano el que continuó la labor de Navarro. El leonés hizo entonces su más exitoso programa de televisión: La carabina de Ambrosio, producido entre 1978 y 1987. Ahí el cantante rockanrolero César Costa destacó como comediante junto a Xavier López “Chabelo” (si bien nacido en los Estados Unidos, sus padres eran leoneses y vivió su niñez en León), Alejandro Suárez, Roberto Ramírez Garza (“Beto el Boticario”), Benito Castro, Judith Velasco Herrera, la recientemente fallecida Gina Montes, Jorge Alberto Riancho y Gualberto Castro, entre otros. Fue en ese programa que, en una emergencia porque ningún varón quería hacer el papel que representaba a una mujer, Navarro personificó a la Pájara Peggy, el personaje de una chiquilla de 15 años que siente admiración por un ídolo musical, César Costa.
Aunque era productor, Navarro gustó de hacer el personaje de La Pájara y de esa manera era partícipe de su creación televisiva, pero tuvo que dejarlo cuando en 1980 fue nombrado vicepresidente de Producción en Televisa, pues al Tigre Azcárraga, el dueño de la cadena, le molestó que uno de sus mayores ejecutivos hiciera un “papel tan ridículo” (¡Sí que sí!). Humberto fue sustituido por el actor Moisés Suárez Aldana (quien luego haría el papel de Arturo en Vecinos).
Ser vicepresidente del más poderoso consorcio televisivo de México fue un trabajo complicado porque Navarro tenía una rivalidad muy marcada con el celayense Raúl Velasco (entre abajeños te veas), una de las más poderosas estrellas del canal por su influencia en el mundo de la farándula.
Ese ambiente ya no armónico llevó a Navarro a pensar cómo construir su futuro y entonces compró el restaurante “Marrakech”, al que le dio cierto toque cabaretero y le agregó una modalidad: el espectáculo de comedia tipo monólogo, el stand up, donde le dio la oportunidad de su primer trabajo a otro leonés: Leopoldo Roberto García Peláez Benítez, a quien Navarro puso el apodo artístico de “Polo Polo”.
Es parte de los legados de un productor leonés que vía un banderín futbolero reivindicaba y honraba a su origen. Humberto Navarro estuvo casado de 1976 a 1985 con la cantante Lila Deneken. Alejado del espectáculo desde 1989, falleció en 2010.
Sus programas
Productor ejecutivo de Nosotros los Gómez (1987-1989), Las solteras del 2 (1987-1988), Hospital De La Risa (1986-1988), Cosas de Casados (1984-1986), Chiquilladas (1982-1989), Mis Huéspedes (1980-1982), La carabina de Ambrosio (1978-1987), Mi secretaria (1978-1986), Hogar Dulce Hogar (1974-1984), El Show del Loco Valdés (1972-1974), El Show de Alejandro Suárez (1972) y Ensalada de Locos (1970-1973).
Recibió varios premios importantes dentro de su ámbito. Poca gente sabe que, como muchos personajes de la farándula televisiva comercial (Luis de Alba, Teo González, Lucía Méndez, por citar algunos), era de Leeeón.