La figura de la madre y su correspondiente veneración en México tiene su cúspide en el 10 de mayo, día en que una sociedad políticamente paternalista vive su momento más psicológicamente maternal. Esta fecha surgió en un contexto que explica cómo somos en lo cultural y qué somos en lo político.
En el mundo
En España, Portugal y Sudáfrica, el Día de las Madres se celebra el primer domingo de mayo; en otros países como Estados Unidos, Colombia, Perú, Chile, Ecuador, Cuba, Honduras, Paraguay, Venezuela, Italia, Alemania y Canadá se celebra el segundo domingo del mismo mes. En Rumania, Serbia, Albania y Uzbekistán esta celebración se lleva a cabo el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
En Estados Unidos, el Día de las Madres tuvo un origen antibélico: en 1870, la poeta y activista Julia Ward Howe, organizó en Boston una manifestación pacífica en la que participaron mujeres que fueron víctimas de la Guerra de Secesión. Ese mismo año, la activista escribió el poema “Proclama del día de las madres”:
¡Levántense, mujeres de hoy!
¡Levántense todas las que tienen corazones, sin importar que su bautismo haya sido de agua o lágrimas!
Digan con firmeza:
No permitiremos que los asuntos sean decididos por agencias irrelevantes.
Nuestros maridos no regresarán a nosotras en busca de caricias y aplausos, apestando a matanzas.
No se llevarán a nuestros hijos para que des-aprendan todo lo que hemos podido enseñarles acerca de la caridad, la compasión y la paciencia.
Nosotras, mujeres de un país, tendremos demasiada compasión hacia aquellas de otro país, como para permitir que nuestros hijos sean entrenados para herir a los suyos.
Desde el seno de una tierra devastada, una voz se alza con la nuestra y dice ¡Desarma! ¡Desarma!”
La espada del asesinato no es la balanza de la justicia.
La sangre no limpia el deshonor, ni la violencia es señal de posesión.
En nombre de la maternidad y la humanidad, les pido solemnemente que sea designado un congreso general de mujeres, sin importar nacionalidad, y que se lleve a cabo en algún lugar que resulte conveniente, a la brevedad posible, para promover la alianza de diferentes nacionalidades, el arreglo amistoso de cuestiones internacionales.
Los grandes intereses generales y de la paz.
Esa proclama derivó en la celebración del Día de las Madres en los Estados Unidos el segundo domingo de mayo. Con el paso del tiempo, la postura política de las mujeres antecedió a otros movimientos por los derechos políticos feministas y la parte festiva se hizo celebración comercial.
El Día de las Madres en México
El Día de las Madres se instituyó en 1922 en México, promovido por el diario Excélsior, la Secretaría de Educación Pública y la iglesia católica para frenar uno de los primeros movimientos proderechos humanos de América Latina: el Primer Congreso Feminista de Yucatán, organizado en 1916 por las yucatecas Consuelo Zavala Castillo, Elvia Carrillo Puerto, Dominga Canto Pastrana, Raquel Dzib Cicero, Rosa Torre González, Beatriz Peniche y Candela Ruíz. También participó la profesora guanajuatense Elena Torres Cuéllar.
Al congreso asistieron más de 600 mujeres. Discutieron temas como los derechos de la mujer, su papel en la sociedad y su participación en la vida política y pública.
Como resultado, mujeres de toda la república comenzaron a exigir derecho al voto, al trabajo, a la educación sexual y acceso gratuito a los métodos de contracepción, obtenidos por sus congéneres rusas durante la Revolución bolchevique y que luego volvieron a perder bajo el mandato de Stalin.
Fueron las demandas al derecho a la educación sexual y a los métodos anticonceptivos, al derecho a la maternidad, la no maternidad y la ruptura con el concepto de “los hijos que Dios te mande”, los que alarmaron a la reacción.
Así, Excélsior, que tenía una férrea competencia periodística y comercial con El Universal, inició la cruzada. Con el apoyo del recién nombrado Arzobispo de México, Pascual Díaz Barreto, desde el púlpito había arengas anticomunistas y antifeministas y llamaban a la veneración a la madre, con el referente de María como inspiración.
La Cámara de Comercio hizo lo propio y ofreció descuentos y ofertas para festejar a la madre en su día. El modelo más exitoso de comercio fue el de dar timbres por cada compra, mismos que tenían un valor determinado y al juntarse podían ser usados para adquirir alguna otra mercancía.
El día elegido fue, siguiendo el patrón estadounidense, el segundo domingo de mayo, que ese año correspondió al día 10. En lo subsecuente quedó como fecha instaurada.
Secuelas feministas
A pesar de que en Yucatán sí se respetaron los derechos políticos de las mujeres, en el resto del país no pasó lo mismo: en 1937 el gobierno de Cárdenas aceptó candidaturas de mujeres. Las feministas postularon a una de las suyas, Soledad Orozco, como candidata a diputada federal por un distrito de León. Sin embargo, los machistas del PNR, el partido oficial que en 1938 cambió su nombre y siglas a PRM, impusieron a un candidato.
Soledad, quien había sido pareja sentimental de Ramón Orozco Ávila, destacado político local y estatal, y fue pionera del feminismo leonés, fue posteriormente esposa de Manuel Ávila Camacho y tuvo un importante papel tras las bambalinas políticas de la presidencia de la república a favor de las causas populares.
Como sucedió en Estados Unidos, el contexto político del origen del Día de las Madres en México fue quedando en el olvido y todo quedó en una celebración mercantil y un fenómeno cultural.
Sin embargo, la inquietud en torno a la visión de mujeres respecto al derecho a la maternidad y decidir sobre cómo ejercerla, sentó un precedente.