De acuerdo con la más creíble de las definiciones dentro y fuera del mundo cristiano, las Arma Christi son los artefactos de la Pasión, y simbolizan el sufrimiento de Cristo. Se entienden también como las armas con las que se enfrentó a la muerte. Particularmente en la baja Edad Media, se extendió el culto por esas reliquias sagradas, amadas, y veneradas.
De esa forma, además de la Santa Cruz, con el transcurrir del tiempo se sumaron hasta 35 elementos considerados sacros, mismos que suelen estar representados en conjunto o acompañando escenas pictóricas, escultóricas y a las escenificaciones de la Pasión de Cristo, como la que año tras año se lleva a cabo en los barrios de Iztapalapa, CDMX.

Para “leer” las piezas de este tipo, basta con observar la iconografía (el análisis de un conjunto de imágenes relacionadas con un tema o un personaje). Con esa lógica se pueden identificar representaciones que exponen simbólicamente las virtudes, acciones, actitudes u otros aspectos de sujetos mitológicos, religiosos o históricos. En este caso, Cristo.
Además, hay que entender que un Ícono es un signo que representa un objeto o una idea con los que guarda una relación de identidad o semejanza formal. Un signo es, por otro lado, todo aquello que representa a otra cosa. Es decir, lo que está en lugar de otra cosa, que hace las veces. La cosa representada es el significado. Aclarado lo anterior, veamos:
Cruz. Es el símbolo más emblemático de la religión cristiana, representa el sacrificio de Cristo, y se asocia a la redención, a la expiación, y a la salvación.
INRI. Representa las cuatro letras iniciales de las palabras latinas Jesus Nazarenus Rex Judaeorum, que significan “Jesús de Nazareno Rey de los Judíos”.

Varas de flagelación. Utilizadas al momento de maltratar con azotes el cuerpo de Cristo antes de crucificarlo.
Lanza. Fue utilizada para clavarla en el costado de Cristo cuando ya se encontraba crucificado.
Escalera. Se representa con frecuencia en las escenas de descendimiento pues fue la que se utilizó para bajar de la escalera a Cristo.
Clavos. Son los elementos punzantes con los que se crucificó a Cristo, el número varía en las representaciones. A veces se colocan cuatro: dos en manos y dos en pies. Otras tres: dos en manos y una en ambos pies. Cuando se representan tres se considera una relación directa con la Trinidad.
Martillo. Fue utilizado para clavar a Cristo en la Cruz.
Tenazas. Fueron utilizadas para quitar los clavos del cuerpo de Cristo y bajarlo de la cruz.
Dados. Representan el momento en que los soldados romanos deciden jugar a los dados para decidir quién se quedará con la túnica de Jesús una vez crucificado.

Jarra o Vasija. Contenía hiel y vinagre.
Corona de Espinas. Con ella fue coronado Cristo, a manera de burla por haberse proclamado el Rey de los judíos.
Esponja. Es con la que se da de beber vinagre a Cristo en el momento de la crucifixión.
Manto de Verónica. El velo con la imagen de Cristo es el atributo de Santa Verónica, hace referencia a un paisaje del Evangelio apócrifo de Nicodemo, en donde relata que Verónica limpió el sudor de Cristo con su manto en el camino al calvario y cuyo rostro quedó estampado.
Gallo de la negación. Asociado con la figura de San Pedro, simboliza la negación de éste hacia Cristo. “El gallo cantó la tercera vez que Pedro negó a Jesús”.
Columna. Fue donde se ató a Cristo en el momento de la flagelación.

Cuerda. Es otro de los símbolos de la traición a Jesús, se puede entender que con ésta fue atado para presentarlo con Anás y después ante Pilato. También se considera que con la cuerda Judas se ahorcó, pues se arrepentía de haber traicionado a Jesús.
Antorcha. Representa la traición que Judas Iscariote cometió contra Jesús, pues él guió a los soldados romanos que fueron a arrestar a Jesús. Todos ellos portaban antorchas.
Oro. El metal precioso que se usa como símbolo de la luz pura, el elemento celestial en el que vive Dios. También se usa como un símbolo de riqueza e idolatría mundana. Igualmente, se basa en la historia de Aarón (Éxodo 32) quien, en ausencia de Moisés, creó un becerro de oro que debía ser adorado en lugar del dios verdadero.