Sergio Raúl Arroyo García y Anahí Luna Velasco, especialistas en cultura visual, arte, y antropología, crearon la curaduría de la exposición Miguel Covarrubias. Una mirada sin fronteras que el pasado fin de semana se inauguró en el Palacio de Cultura Banamex-Palacio de Iturbide ubicado en Madero 17, Centro Histórico de la Ciudad de México.
La muestra, se informó en conferencia de prensa previa a su apertura pública, se puede visitar de manera gratuita hasta septiembre próximo en un horario de lunes a domingo de 10:00 a 19:00 horas. Ambos curadores coincidieron: José Miguel Covarrubias Duclaud (Ciudad de México, 22 de noviembre de 1904-3 de febrero de 1957) fue grandioso.
Conocido también como “El Chamaco”, porque desde muy temprana edad asombró a las esferas del arte y la cultura de México y el extranjero con su mano ágil, extraordinario uso de la geometría, y sus trazos geniales, Miguel Covarrubias destacó empíricamente como dibujante, caricaturista, escenógrafo, ilustrador, pintor, antropólogo y etnólogo.

Autodidacta porque nunca sucumbió ante estilos, corrientes o escuelas artísticas de su tiempo, creó su propio estilo personal, y con esa forma de ser, pensar y actuar, realizó una serie de interesantes aportaciones a la plástica universal e impulsó la experimentación y la creatividad en la danza moderna mexicana, señalaron en el mismo acto Arroyo y Luna.
Por su parte, la señora Cándida Fernández de Calderón, Directora de Fomento Cultural Banamex desde hace 33 años, comentó que la muestra aborda todos los caminos del arte y la creación por los que transitó Covarrubias. “Él exploró nuevos planteamientos que le permitieron crear su propio estilo y como empírico destacó en varias disciplinas”.
Explicó que la exposición es un recorrido a través de 14 núcleos temáticos que abrazan en total 453 obras, de las cuales 120 provienen de Estados Unidos, entre óleos, acuarelas, dibujos, retratos, ilustraciones y publicaciones. “Los 14 segmentos curatoriales revisan la obra de Miguel Covarrubias de manera cronológica”, advirtió Fernández de Calderón.
Hombre de su tiempo y universal, humanista y divulgador de la ciencia antropológica, Covarrubias es hoy revisitado como el creador mexicano que rompió moldes y cruzó fronteras entre disciplinas, oscilando siempre entre el arte y la antropología, entre el teatro y el diseño editorial, entre la ilustración y la arqueología, siempre con gran éxito.

A pesar de su corta vida (murió a los 53 años) la producción de Miguel Covarrubias fue extensa y aunque esta exposición requirió más de siete años de trabajo previo, “se puede asegurar que nunca se había reunido tanta obra de este artista bajo un mismo techo; artista complejo, no se le acaba de conocer ni descubrir del todo”, acotó Luna Velasco.
Cual polímata renacentista, Covarrubias creó diferentes estaciones creativas en las revistas y periódicos de mayor tiraje en Estados Unidos. Y es precisamente en los archivos de esas publicaciones donde reposa la gran parte de la obra realizada por el malogrado artista que apenas rebasó el medio siglo de vida trabajando intensamente.
Covarrubias trabajó durante décadas para que su obra fuera altamente reproducida en los más diversos medios, todos ellos de reconocido prestigio y sólida reputación. Así, con 453 piezas provenientes de 38 colecciones nacionales y 13 internacionales, la exposición permite asomarse a la mente inquieta y brillante de Covarrubias, artista de mirada aguda.
Se exhiben obras del Metropolitan Museum of Art, Library of Congress, Los Angeles County Museum Art y el Museo Nacional de Antropología, que recorren distintas etapas de la historia personal y profesional del artista, de sus inicios como caricaturista en la Ciudad de México, a su consolidación en revistas como Vanity Fair y The New Yorker.
Los curadores proponen una mirada fresca y multidisciplinaria que invita a descubrir a Miguel Covarrubias como un gran caricaturista en Estados Unidos y como etnógrafo en Bali, así como su participación en la Golden Gate International Exposition de 1939, para la cual diseñó mapas que situaron al Océano Pacífico como centro simbólico del mundo.

De regreso en México, Covarrubias se sumergió en la cultura del Istmo de Tehuantepec, estudió las raíces del arte prehispánico (en especial la cultura olmeca) y produjo libros, mapas y estudios que hoy son referentes en la materia. Además, diseñó escenografías, ilustró libros con maestría y, como funcionario, impulsó la danza moderna en el país.
Miguel Covarrubias. Una mirada sin fronteras es una invitación a redescubrir a un artista total, un viajero incansable y un narrador visual que entendió el arte como una forma de conectar culturas, ideas y personas. A casi 70 años de su muerte, regresa para recordar, con humor y belleza, que el mundo es más amplio cuando se mira sin fronteras.
Durante la presentación de la muestra que ocupa toda la planta baja del Palacio de Cultura Banamex-Palacio de Iturbide, se anunció que Cándida Fernández de Calderón dejará el puesto que actualmente ocupa el próximo 1 de mayo. De 1992 a la fecha, fue la estratega de 150 exposiciones visitadas por más de 23 millones de personas en México y el mundo.