Artesanía aprendida de las abuelas y lucida con rebozo de bolita
Las muñecas de rollito muestran lentes y canas. Usan rebozo y con su vestido floreado muestran a ese Bajío que no acaba de irse porque Gina Herrera Martínez lo mantiene vivo. Ella luce su vestido rojo para gala de momentos especiales, con un delantal tradicional. La blusa, de inspiración virreinal, con sus mangas anchas, es cubierta por un rebozo de bolita.
Gina es una de las 25 personas que integran la cooperativa Flores del Viento, de la comunidad de Ojo Seco, de Celaya, rumbo a Salvatierra, rumbo al Guanajuato purépecha.
De hablar ágil y seguro, fluido y estructurado, comenta que la cooperativa se especializa en artesanía textil, con la muñeca tradicional de rollito (hecha con lo que popularmente se conoce como “estambre grueso”), con la que ha ganado el Premio a la Creatividad Artesanal.
—¿Desde cuándo te dedicas a esto?
—Desde hace como unos 25 años. Trabajamos el telar de cintura, hacemos bordados, producimos tapetes tejidos a mano y deshilados.
Es la herencia de sus tías y abuelas. Gina sigue haciendo la artesanía que ellas elaboraban y ahora las y los descendientes se organizaron y Ojo Seco se ha convertido en centro de producción artesanal y ofrecen también ecoturismo.
El rostro moreno de Gina muestra facciones ancestrales. Ojos negros y labios gruesos, con nariz que podría ser de origen otomí.
¿Tienes algún origen o antecedente indígena?, se le pregunta.
Ya se acabó lo indígena, responde: somos mestizos.
Y muestra conocimientos de la historia de su pueblo:
—En esa región había lo que eran los chichimecas, los otomíes y tarascos (purépechas) y luego llegaron familias españolas y fue la conjunción de esta gente.
Se le observa su vestimenta:
—Porto el traje tradicional del municipio de Celaya. Este traje es herencia española. A esa zona llegaron familias españolas con esta ropa. Esta ropa sólo se utiliza en fiesta o condiciones especiales y las jóvenes la usamos para que vean cómo vestían nuestras abuelitas.
En su atuendo resalta el rebozo y ella explica:
—Es rebozo de bolita. Es tradicional y se elabora en Moroleon, Uriangato y Yuriria. Son los últimos talleres que quedan. Éste es un rebozo de algodón.
Gina sólo estudió la secundaria, pero estudia y aprende por su cuenta y su amor a sus tradiciones y sus antepasados se refleja en su creatividad que ha sido premiada.
Artistas celayenses obtuvieron dos primeros lugares por sus creaciones, en el Concurso Estatal por el Premio a la Creatividad Artesanal, que realiza la Secretaría de Desarrollo Económico Sustentable del Estado, en colaboración con la Secretaría de Cultura en el país, mediante el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías.
En noviembre pasado fue una de las dos personas artesanas de Celaya ganadora del Premio al Talento Artesanal y Gina lo recibió a manos del Secretario de Desarrollo Económico Sustentable Ramón Alfaro Gómez.
Gina fue reconocida por una pieza de figuras textiles denominada “Nacimiento en México”.
Las obras de los celayenses fueron seleccionadas entre 454 piezas de más de 230 artesanas y artesanos provenientes de 19 municipios del estado.
