Las generaciones venideras escucharán muchas historias acerca de la pandemia que detuvo al planeta entero, quizá se pregunten si lo que cuenta el abuelo sobre esas historias de cuando era joven y le tocó parar y refugiarse en casa para sobrevivir en el 2020 sean reales o producto de su imaginación. Muchos de esos relatos tal vez se conviertan en una leyenda viva, un testimonio de que hasta en las peores circunstancias se puede salir adelante, empezar una vez más, y para siempre.
Todo esto vino a mi mente mientras escuchaba a Marcel Moctezuma, quien junto con Rocío Negrete y Mauricio Gutiérrez fabrican calzado y bolsos en León, Guanajuato, y sí, sé que se preguntarán qué tiene de original o especial hacerlo en una ciudad con reconocimiento mundial por ser el ícono de la industria del calzado y la piel.
Todo comenzó en San Miguel de Allende, en donde Marcel y Rocío tenían una tienda en la que vendían productos de marroquinería como bolsas y cinturones, y Mauricio por su parte emprendió un proyecto de zapatos con una empresa en México que resultó ser un fraude por lo que debió vender hasta su auto para hacer frente a lo que se le venía encima. Fue entonces cuando la pandemia llegó y todo acabó para los tres. O al menos eso pensaron en aquellos momentos.
Pero cuando llegó el 2021 y la economía empezó a reactivarse Rocío, Mauricio y Marcel se juntaron, decidieron unir fuerzas e intentar salir adelante juntos. Así fue como nació: México de mis amores shoes: “Aún en estos tiempos en que es muy complicado competir y hacerte un espacio vimos que había un potencial en el equipo, el proyecto, en el trabajo y desde ahí fue empezar para no parar”.
Se inspiraron en San Miguel de Allende y optaron por fusionar el telar con el calzado, así que tuvieron que hacer pruebas hasta alcanzar la calidad deseada: “Cuando estábamos a punto de tirar la toalla, Rocío encontró un local en León que alquilamos… dijimos vamos a intentar esto, y ahí fue cuando tomó fuerza esta marca que en realidad congrega dos marcas: México de mis amores shoes y Rocío Negrete… Rocío y yo trabajamos bolsas pero lo que realmente enamora es el zapato, y es en donde estamos enfocando más la distribución”.
Es necesario ver los modelos para descubrir la magia de lo ancestral contenida en ellos, porque a fin de cuentas es común encontrar bordados en faldas, rebozos o blusas, pero ¿en zapatos?
“Llevar el bordado al zapato fue todo un reto porque siendo un textil es propio de prendas de vestir, pero acá el desafío fue ver cómo funcionaba esta fusión de una pieza con la que caminas y que por eso se busca que sea resistente, sí bonito, pero con otro tipo de materiales. De hecho no solo es cortar el telar de acuerdo al diseño del calzado y ponerlo sino que se tiene que dar un tratamiento por la espalda para que tenga esa durabilidad y capacidad de resistencia para que no deshile. Es todo un proceso”.
Y es que México de mis amores shoes lo que menos fabrica son zapatos comunes, sino que fusiona la labor de muchas manos —alrededor de veinte— para lograr el nacimiento de un solo par cuyo distintivo es el bordado único de los telares trabajados por manos mexicanas de tejedores expertos: “Al trabajar con un elemento artesanal que es el telar, no es como ir y comprar por metro la tela que más te gustó, sino que implica contactar al artesano en Chiapas y recibir los bordados de los colores que él decidió usar y combinar de acuerdo a su inspiración, por este motivo los zapatos no son simétricos. Ni siquiera en un par un zapato es completamente igual a otro. Lo cual es también mostrarle al mundo el valor de una pieza artesanal y única. Para nosotros siempre es una sorpresa lo que va a llegar”.
México de mis amores shoes forma parte de las marcas elegidas por BBVA en el 2021 para obtener la categoría de marca con impacto social que se otorga cada año a un reducido número de empresas que no se limitan a buscar exclusivamente el beneficio económico, sino que persiguen crear valor para el conjunto de la sociedad, y es que su emprendimiento le da trabajo a otros artesanos locales y del sur del país impulsando su labor y pagando por el trabajo el precio que los tejedores estipulan porque la intención es hacer equipo para que todos puedan tener una ganancia digna y equitativa: ellos desde el telar; los fabricantes leoneses en el corte, ovillado, montaje; y los fundadores con el trabajo de diseño, marketing y distribución.
Marcel Moctezuma nos comparte que a pesar de que el calzado es casi hilo en su mayoría puede limpiarse con jabón líquido y un trapito, por lo que no hay problema con llevar lo más grande que tiene México, que son los colores, diseños y formas en cada paso. México de mis amores shoes está abriendo paso a paso caminos en Suiza, España, Colombia, y Panamá y desde allá cuentan historias de manos que trenzan hilos y lanas que son pigmentadas en medio de cantos y risas bajo el sol y el cielo de esta tierra llena de misterio y cultura, que hoy más que nunca… camina.