A propósito de la develación del busto del poeta musical de México en Madrid
Corría el año de 1979 y Lola Beltrán estaba en España. Llevó con ella su “Paloma negra” junto con un gran repertorio de música mexicana. La llevaron a cantar ante el rey de España, Juan Carlos de Borbón, quien tenía una gran pasión por la música ranchera.
Cuando La Grande le dedicó “El Rey”, de José Alfredo Jiménez, el monarca se levantó y dijo: “me permite, doña Lola, pero, ¡ésa no la canta usted!… no la canta sola, permítame acompañarla” y la cantaron a dúo esa pieza que en la llamada Madre Patria habría de hacer especialmente famosa una mexicana que nació en Costa Rica nada más porque le dio su chingada gana: Chavela Vargas.
José Alfredo se apoderó de España
En 1965, la cantante vernácula Chavela Vargas fue vetada de la radio, la televisión y el cine mexicanos por haber enamorado a la actriz guatemalteca Arabella Árbenz, la entonces novia de Emilio “El Tigre” Azcárraga. Eso llevó a la cantante a tener una vida profesional marginal y en ese tenor trabó amistad profunda con José Alfredo Jiménez.
En junio de 1973, con la vigencia del veto, Chavela Vargas llegó a la Radio Televisión Española y se presentó totalmente ebria. Repetía varias veces el tema que entonaba, pues se equivocaba. Los directivos le cancelaron el contrato y Chavela Vargas regresó a México, pero su acto fue tomado como una irreverencia valorada por sectores intelectuales españoles.
Ya en tierra mexica, la cantante tendría uno de los momentos más dolorosos de su vida: la muerte de José Alfredo Jiménez, ocurrida el 23 de noviembre de 1973. Chavela encontró en José Alfredo al poeta que necesitaba su garganta.
Luego de los sucesos de la TVE Española, Chavela se entregó al tequila y durante años cantó donde podía y se perdió del radar de la farándula.
Mientras eso pasaba, José Alfredo era parte de los alcances culturales de México en el mundo y su obra resonaba, gracias a la propagación de la música mexicana, en Europa y especialmente en España. Por eso el mismísimo rey le cantaba a El Rey y lo hizo a dúo con la Beltrán en 1979.
La presencia de José Alfredo en la Hispania se intensificó a partir de otra circunstancia: una noche de 1990, el editor literario español Manuel Arroyo Stephens acudió a un marginal lugar bohemio, el Teatro-Bar “El Hábito”, creación de la pareja integrada por Liliana Felipe y Jesusa Rodríguez, ubicado en el número 13 de la calle Madrid, en Coyoacán. Más significativo no podía ser.
Chavela volvió a España y ahí Pedro Almodóvar la llevó al cine y Joaquín Sabina, Martirio, Manuel Arroyo y muchos músicos y poetas la resucitaron y regresaron a las miradas del consumo cultural. Con Chavela iban las canciones de su gran compadre José Alfredo Jiménez.
Chavela se nos fue en 2012 y se le recuerda por la anécdota de haberse encerrado con José Alfredo en la cantina “El Tenampa”. Su partida dejó un legado en México y España que habría de rendir uno de los muchos frutos en 2015, cuando ambos países le rindieron homenaje con el lanzamiento de un disco con las voces cantantes como Andrés Calamaro, Enrique Bunbury, Liber Terán y Carlos Ann.
En Brindando a José Alfredo Jiménez también participaron Javier Corcobado, Mercedes Ferrer, Monocordio, Projector, los Twin Tones, Bruno Galindo, el Instituto Mexicano del Sonido, Salev Setra, Leticia Servín y Refree.
Y con esas voces sonaron “El Rey”, “Si nos dejan”, “La media vuelta”, “Te solté la rienda”, “Hijo del Pueblo”, “El coyote”, “Guitarras de media noche”, “Deja que salga la luna”, “Cantinero”, “Me equivoqué contigo”, “El jinete”, “Cuatro copas”, “Pa’ todo el año”, “Por si me olvidas”, “Con la mitad” y “Cuando vivas conmigo”.
Además de las rancheras, las rolas joséalfredianas son interpretadas con diversos ritmos y estilos como el electrónico, el hillbilly, el jazz, lo experimental y arrabalero. “Cada quien tomó una canción de Jiménez para hacerla suya”.
El verdadero, auténtico y original Rey de España
La presencia de José Alfredo Jiménez se arraigó en España y es “El Rey” la pieza que más lo identifican. Lo cantan en bares o en las calles de Pamplona (ver https://www.youtube.com/watch?v=Vo0kCz5aY1w ) y hasta en su mismísima Plaza de Toros (Ver https://www.youtube.com/watch?v=2l-i3DEVLeI).
Basta un paseo por Youtube para entender el gozo y sufrimiento con la música de José Alfredo.
Su busto en Madrid
José Alfredo Jiménez, cantado por el Rey Juan Carlos, por Joaquín Sabina, Enrique Bunbury, Natalia Jiménez y millones de españoles en la Feria de Pamplona, ahora habita en la embajada de México en España.
El busto del cantautor guanajuatense fue develado en el marco de la participación de México en la Feria Internacional de Turismo (FITUR). Fue una ceremonia encabezada por el embajador Quirino Ordaz Coppel, realizada este lunes 22 de enero, a 98 años del natalicio del poeta musical de México.
En la ceremonia participaron el Secretario de Turismo de Guanajuato, Juan José Álvarez; la directora del Instituto Estatal de Cultura, Adriana Camarena de Obeso; y el presidente municipal de Dolores Hidalgo, Adrián Hernández Alejandri; y una representación artística del cantante y compositor dolorense. La sede fue la Embajada de México en España, ubicada en calle del Pinar 13. La escultura fue realizada por el artista mexicano Ariel de la Peña.
Y ahí estará, también viendo pasar el tiempo ahí, donde le ha ido bonito, donde no se cansan de cantarle y le cantan pa’ todo el año, donde cuando los años pasen se le seguirá recordando (allá tú si lo olvidas); deja que salga la luna y que se meta el sol, para que cabalguen tú y las nubes, que una gitana lea en su mano que estará nomás tras Embajada, desde donde sigue y seguirá siendo El Rey.