Se define a sí misma como mujer, apasionada por el desarrollo del talento humano, madre por decisión, facilitadora de procesos por vocación y poeta por pasión… “Estoy en búsqueda constante, me considero inquieta, curiosa y muy preguntona. Tengo muchas interrogantes sobre la vida y sobre muchas cosas más”. Emma Kuan además de todo ello ha dirigido sus esfuerzos a la palabra, a comunicar, a expresar, en especial en estos tiempos en los que de lo que más carecemos es de tiempo para hablarnos cara a cara, para escucharnos y para comunicarnos: “Creo que la palabra, como decía Nelson Mandela, es el arma más poderosa”.
Por eso es que además de impartir talleres de expresión, escribir, dictar conferencias, dar consultoría en desarrollo de talento humano y ser asesora de imagen, tiene un podcast llamado “Alas. Voces en Libertad” en el que realiza diversas entrevistas con diferentes personalidades para llevar al público anécdotas, reflexiones y vivencias cargadas de reflexión.
“Dentro de algunas experiencias que tuve de joven me encontré con algunas personas que en vez de llevarme para arriba con algunas palabras me la creí y me fui para abajo. Así que hace muchos años me di cuenta que puedo sumar de manera positiva con estas palabras tanto mías como de otras personas, con una frase o un tema que desarrolla algún experto, con algún poema, hasta con la letra de una canción. Creo en este despertar para los que estamos dormidos”.
Y es que, para Emma, ha sido toda una experiencia darse cuenta de que al despertar a otros, también ella despierta de sus letargos con el simple hecho de compartir y, aún más, ha aprendido que es ella quien primero debe crecer y estar bien para lograr transmitirle eso a sus seguidores. “Me considero una afortunada, tengo muchos privilegios y me he encontrado con muchos obstáculos, donde el primero de ellos soy yo. Porque aunque pueda estar en un momento en el que no me sienta bien debo creérmela para poder compartir asertivamente ese tema y que surja la magia maravillosa que brota cuando hago esto, porque empezó a segregar serotonina, endorfina y todas las hormonas de la felicidad, dirán algunos, y yo diría del bienestar”.
Emma Kuan, quien vive en el municipio de León, reconoce y sabe que uno de los mayores deberes del comunicador es la responsabilidad, porque entre todo lo que se comparte hay muchas cosas que nos las creemos sin investigar antes la veracidad, algunas que para nada son ciertas, y otras que consideramos verdades absolutas aunque no lo sean, así que se esmera por ser objetiva, buscar ponentes veraces y con prestigio, y por ser simplemente una transmisora de palabras entregándose completamente a esta labor. Lo cual la ha llevado a ver, sentir y percibir de maneras gratas que las personas encuentran sus alas con una frase, un tema, un simple abrazo, el apapacho que necesitamos todos: “El programa de Alas, que se transmite en las principales redes sociales, precisamente ahora con este slogan Voces en libertad ha logrado conectar con personas que han encontrado este sentido de vida y una misión, una vocación que no habían vislumbrado a través de la cual han emprendido su vuelo… a veces con una sola palabra como «gracias» o un mensaje diciendo que esa frase era todo lo que necesitaban escuchar para sentirse mejor es todo lo que necesito para sentirme satisfecha y feliz porque significa que esa persona despertó, encontró su camino, encontró paz a pesar de que sentía que no tenía respuestas, como nos sucede a muchos de nosotros cuando nos sentimos perdidos”.
Pero para Emma, mujer, madre, amiga, dentro de sus vocaciones la de la maternidad es una de las facetas que más disfruta a pesar de que compaginar su quehacer con su rol de mamá no es fácil: “trato de organizar mis tiempos, soy una persona que madruga mucho, que duerme poco. Cuando soy más productiva para estas reflexiones, para compartir cosas, es muy temprano. Si estoy con mi hija trato de darle tiempo de calidad. Ella es pequeña. Tiene 11 años, y todavía necesita este acompañamiento de su madre para escucharla, para jugar, ver películas juntas, hacer tarea. Aquí lo maravilloso es que ella respeta también mis tiempos porque hemos aprendido las dos que hay un tiempo para trabajar, hay un tiempo para convivir, un tiempo para descansar, para estar juntas. Lo que también tiene mucho qué ver con lo que le he podido infundir a ella”.
Finalmente, Emma comparte para todos los lectores de equisgente la siguiente reflexión: “En la vida encontrarás muchos caminos de éxito, pero lo único claro es que si tú te encuentras en un estado de paz, recordando que la paz no significa quietud: la paz es un estado de seguridad y tranquilidad. En ese estar y en ese momento es donde se puede decir que se ha alcanzado el éxito porque en ese punto realmente sabes que todos tus objetivos llegaron y llegarán. Busca tu paz y tendrás tu éxito”.
