Ya está a disposición del público en todos los rincones del planeta la exposición virtual Los inicios del México contemporáneo, en la cual se pueden apreciar 40 fotografías tomadas entre 1920 y 1940. Cubre los primeros años del México posrevolucionario, una etapa históricamente muy valiosa, y permanecerá abierta hasta el 24 de mayo entrante.
La muestra, explicó el director del Sistema Nacional de Fototecas-Fototeca Nacional del Instituto Nacional de Antropología e Historia INAH, Juan Carlos Valdez Marín, “es una oportunidad para transportarse hasta la primera mitad del siglo XX y observar con detalle las calles y los rostros del México posrevolucionario”, como lo vieron nuestros abuelos.
Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Valdez Marín es también fotógrafo y posee un diplomado en Antropología Visual, por eso su entusiasmo al hablar sobre la exposición virtual. “La fotografía como documento histórico tiene su origen en el desarrollo de la prensa”, subrayó convencido de su decir.
Consecuentemente, de inmediato recordó que en este país, los hermanos Agustín Víctor y Miguel Casasola fueron pioneros en la materia. En 1912 crearon la primera empresa de información periodística de México, la cual derivaría, un año después, en la fundación de la Agencia Casasola, donde se sentarían las bases del fotoperiodismo mexicano actual.
La exposición tiene, entre otros objetivos, promover y rescatar el valor histórico de la colección Casasola, por lo que el funcionario federal invita al público a la galería virtual Los inicios del México contemporáneo, un paseo sin salir de casa, en el que las y los espectadores podrán adentrarse en calles del Centro Histórico de la capital del país.
Mercados, pulquerías, oficinas, cafés, tiendas, teatros y escenarios de la vida cotidiana de antaño. No sólo eso, pues la selección de imágenes, a cargo de la especialista Sonia del Ángel Covarrubias, incluye retratos de personajes del ámbito cultural y político, como Diego Rivera, Agustín Lara y María Conesa “La gatita blanca”, entre algunos otros más.
El enorme Archivo Casasola, detalló, es resguardado por la Fototeca Nacional desde hace ya varias décadas. Su adquisición se remonta a 1976, cuando el entonces presidente de la República, Luis Echeverría Álvarez, encargó al INAH su pronta custodia, investigación y difusión. Desde entonces, su catalogación, digitalización y resguardo han rendido frutos.
Asesor de más cien archivos fotográficos dentro y fuera de México, Valdez Marín anotó que al día de hoy, “además de haberse posicionado como uno de los acervos fotográficos más consultados y analizados en nuestro país e incluso a nivel mundial, tanto el Archivo Casasola como la Fototeca Nacional, tienen aún muchas lecturas inéditas que ofrecer”.
Ejemplo de lo anterior es la galería Los inicios del México contemporáneo, que intenta acercar a más personas, con énfasis en las nuevas generaciones de mexicanos, “a los más destacados pasajes de la historia nacional, en la medida que revelan las identidades y los contextos de un periodo importante para el devenir de la sociedad contemporánea”.
Advirtió que esta instalación fotográfica está conscientemente pensada para disfrutar el recorrido tal y como lo harían en un espacio físico, museo, galería o sala de exposiciones. Reiteró que el enlace electrónico para visitar la exposición es de acceso libre y no requiere ningún tipo de registro previo: Este es el enlace a la mediateca: https://mediateca.inah.gob.mx/islandora_74/islandora/object/fondo%3Asinafo_a
La hoja de vida de Agustín Víctor Casasola señala que nació en la Ciudad de México el 28 de julio de 1874 y murió ahí mismo el 30 de marzo de 1938. A lo largo de su vida, se desempeñó como reportero, fotógrafo, pintor y diplomático. Sus padres fueron don Juan Crisóstomo Casasola y la señora Dolores Velasco, y su hermano fue Miguel Casasola.
Siendo casi niño, trabajó en varios talleres tipográficos y en 1898 ya era reportero gráfico en los diarios El Imparcial, El Popular, El Globo y El Universal. En 1900 inició lo que hoy se conoce como el Archivo Casasola. En 1903 fundó la Asociación Mexicana de Periodistas y después, en 1911, creó la muy respetada Sociedad de Fotógrafos de Prensa.
Desde que lo ideó y comenzó a formar, su archivo fue una obsesión para Agustín Víctor. Así, registró acontecimientos políticos, aspectos de la vida cotidiana, actividades sociales y religiosas, y fiestas tanto populares como privadas. En 1912 estableció una agencia de información gráfica que colaboraba con revistas mexicanas y extranjeras.
También ofrecía sus servicios a diversos periódicos y al público que solicitaba imágenes para los más diversos usos. Con el tiempo, primero su hermano Miguel, luego sus hijos y posteriormente sus nietos formaron parte de esa empresa que en 1912 cambió su nombre a Agencia Mexicana de Información Fotográfica, ya que creció impresionantemente.
Contrató a varios fotógrafos y comenzó a comprar fotografías a fotógrafos aficionados y agencias extranjeras, que a su vez vendía a los diarios que todavía no contaban con un departamento de fotografía; El Imparcial dejó de editarse en 1917, Casasola recuperó los archivos de ese diario, e hizo el Álbum histórico gráfico sobre la Revolución mexicana.
En 1917, Agustín Casasola fue nombrado Vicecónsul de México en el Consulado de Carrera de México en Nogales, Arizona. En 1920, junto con otros fotógrafos que gozaban de prestigio como él mismo, fundó la Asociación Mexicana de Fotógrafos de Prensa. En esa década, las imágenes del Archivo Casasola se publicaban en la revista Rotográfico.
Tras documentar la historia de México en sus aspectos político, militar, social y cultural, murió el 30 de marzo de 1938, dejando tras de sí el más grande legado fotográfico de esa época con que cuenta el país. Le enorgullecía recordar que Porfirio Díaz le pidió cubrir la información gráfica de las lujosas Fiestas del Centenario de la Independencia de México.
