domingo, mayo 19, 2024
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COMÍA EN LOS CONTENEDORES DE BASURA Y ME METÍA AL MENOS UN GRAMO  DE CRISTAL, AL DÍA

*La mejor palanca para dejar las drogas es la fuerza de voluntad y la perseverancia. 

Tres años y medio Francisco anduvo vagando en las calles de la ciudad de Guanajuato, pasaba las noches en un terreno baldío donde construyó, algo parecido a un jacal. Se drogaba día y noche, “era un consumo excesivo de drogas, mínimo por día era un gramo de cristal”. 

Comenzó con la llamada piedra, después vino el cristal inhalado o en foco, mariguana, cocaína, lo que hubiera. En esa situación de calle, en los días más difíciles la comida la conseguía en los contenedores de basura, o no comía. 

“La droga te quita el sueño y el hambre; hubo una vez que me pasé como tres semanas sin dormir, solo lavando carros para comprar la droga, y cuando se acababa otra vez”. 

La droga te quita el sueño y el hambre (Foto: Especial)

En la entrevista Francisco dio autorización para tomarle fotos a él y su familia, porque a pesar de que conoció el infierno, pudo salir con ayuda de gente que lo conoce y le echó la mano. Pero este reportero, ha considerado que es mejor no publicar su imagen ni poner su nombre completo, para evitar  victimizar a alguien que ya ha sido presa de las circunstancias de una infancia muy difícil.  

Ahora Francisco maneja un  taxi, tiene una pareja y un hijo que se llama igual que él y que son, junto con una hija que ya es adolescente, el motor de su fuerza de voluntad, que lo ha mantenido limpio en los últimos dos años y medio. 

Este joven de 31 años de edad, comenzó a consumir drogas para aguantar las jornadas de trabajo, alternadas con las labores que tenía que hacer en su casa, casi a los 23 años, pero después se clavó más y más. Durante más de 5 años estuvo ausente, caminando con los ojos cerrados, metido en el alucine y la evasión de la realidad. 

Al principio comenzó a tener problemas con su familia, hasta que se salió de su casa y acabó peleado con todos; se refugió con otros jóvenes como él que eran buenos para conseguir la droga, porque en la calle es fácil hacerlo, teniendo dinero con qué pagarla. 

Lavaban peseras y taxis ahí por la colonia Santa Fe, en la capital y de ahí a conseguir la dosis. Él se acercó al Banco de Alimentos también a lavar carros y le empezaron a conocer. 

Un día una licenciada y una contadora del Banco, lo llevaron al hospital porque estaba muy enfermo y con fiebre altísima; le dijeron que tendría que permanecer internado al menos 15 días, pero no había nadie que se hiciera responsable de él, por lo que lo llevaron a la casa de su familia. 

Esos 15 días enfermo, lo orillaron a replantear su vida y dar el paso definitivo de alejarse de las drogas. “Me vi muy solo en esos momentos. Pensé en mi hija y eso fue mi motor”. 

Francisco logró salir de la droga por su fuerza de voluntad (Foto: Especial)

“Estuve como un mes sin poder caminar bien, porque daba pasos y me tambaleaba como si estuviera enfermo, pero era por la misma secuela de la droga”.  

Francisco solo estudio hasta tercero de primaria, pero ahora ya la terminó con el sistema abierto. 

Comenzó a trabajar de ayudante en obras de construcción, rehabilitando fachadas “ahí conocí a un ingeniero que me llevó San Miguel de Allende, allá fui cocinero de albañiles”. 

“Con los amigos que me juntaba siguen aquí, metidos en la droga”. 

Lo que podría decirles a los chavos que quieren probar las drogas para sentirse bien, “es que le piensen bien, que le piensen dos veces, porque está muy canijo vivir esa situación porque , en su momento cuando no tengan ni para comer, van a acabar hasta en la basura”. 

Francisco ha recuperado la relación con su familia que ven como “un gran logro” que haya podido salir de la droga por su fuerza de voluntad, porque dice que conoce testimonios de otros amigos que han estado anexados y ahí les dan también droga, aunque menos, “para que se alivianen”. 

Dice que los padres, cuando vean que sus hijos están cayendo en eso, “hay que llevarlos a terapia, no es que estén locos, pero hay que saber con un psicólogo, qué es lo que está pasando; no digo que  los lleven a un anexo porque ahí aunque mínimo también hay consumo, la ansiedad les pega” 

“Estoy agradecido con la vida, con las personas que en verdad me estiman y con ganas de seguir adelante”, afirma.  

Carlos Olvera
Carlos Olvera
(CDMX 1963) Reportero para medios nacionales y locales, entre los que se cuentan El Nacional, Milenio semanal, Milenio Diario, Revista Época, El Nacional de Guanajuato y titular de informativo radiofónico FLNoticias; Cinéfilo y adicto a la lectura y el café.
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