Inicio Disruptivos y Frikis LA DIFÍCIL RUTA DEL EMPRENDEDURISMO EN GUANAJUATO, UNA OPCIÓN NO PARA TODOS

LA DIFÍCIL RUTA DEL EMPRENDEDURISMO EN GUANAJUATO, UNA OPCIÓN NO PARA TODOS

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Solo quien ha buscado la independencia laboral y económica a lo largo de su vida sabe lo que es un ataque de angustia y zozobra en la víspera de la apertura de un nuevo negocio, y todavía un menor porcentaje ha probado las mieles del éxito y la anhelada posibilidad de no tener jefe.

Claro que no es fácil, la responsabilidad es mucha y pocos se divierten en el proceso, pero los hay. En Guanajuato capital casi todos conocen a todos, y se sabe cuáles son los casos de excepción.

Por ejemplo, Emanuel Morales Castillo, quien hace 43 años nació en Irapuato —aunque toda la vida ha vivido en Guanajuato Capital—, ha emprendido varios negocios con distintos niveles de consolidación. Ha caído y se ha levantado. Es un aspiracionista nato.

En algún momento tomó clases de peluquería e hizo algunos cortes; vendió ropa para perros; flores en un negocio llamado Hojanami; ha colocado lencería, ofertado café, abierto un negocio de comida rápida exprés tipo italiano y una Sex Shop, Con Don Parchis, la más famosa en la ciudad, que ya ronda los 18 años de existencia. 

También por ahí de los 26 años trabajó en bares y luego dio clases de español para extranjeros en una escuela de idiomas. Ahora canta en una banda y practica escalada deportiva, en los empinados cerros aledaños de la ciudad, “y cómo no, si Guanajuato está hermoso, para hacer deporte”, afirma entusiasmado.

Emanuel Morales Castillo ha incidido con su negocio en la educación sexual de los jóvenes en Guanajuato Capital (Fotografías de Carlos Olvera).

Muchos de los jóvenes capitalinos siguen yendo a su negocio por algún artículo, porque hay algunos productos que son gratis. “No todo se trata de dinero, en ocasiones vienen por alguna orientación, algún consejo o recomendación que les permita hacer mejor las cosas, por así decirlo”.

“Creo que si les aportas algo de lo que sabes, puedes incidir un poquito en su plan de vida, si había riesgo de embarazo a los 15 años, y si recibió algo de información a lo mejor lo hace años después, cuando esté preparado para ello y tomar buenas decisiones que no le trunquen su desarrollo”, añade.

Este joven emprendedor, de ojos pequeños y vivarachos, tuvo la fortuna de no tener grandes carencias en su hogar y también gozó del apoyo en las decisiones que tomó en cuanto a estudios, aunque reconoce que la música siempre le gustó mucho, no fue hasta ahora de grande, que tomó clases de canto y se integró a algunos proyectos musicales.

Es licenciado en Comerció Internacional, por la universidad de Guanajuato, carrera que concluyó por allá del año 2002 y aunque ejerció la carrera, después se dio cuenta de que ser empleado no era lo suyo.

“Desde muy joven, cuando que era estudiante en la Universidad, también me daba cuenta de muchas cosas a nivel cultural, social y laboral; en aquel entonces no había tanto de lo que ahora llamamos emprendimiento, sino que la escuela funcionaba como un medio, para que fueras a buscar empleo a otros lados”.

“No se les decía a los muchachos que podían poner su negocio o su empresa, a que podían ser sus jefes, eso jamás; sino que había que ir a contratarse en otro lado”.

Después ya trabajando en una dependencia “decidí renunciar al puesto que me habían dado, porque te das cuenta de que hay mucho nepotismo, compadrazgo o amiguismo, porque muchos iban, pero no a trabajar sino a perder el tiempo y fue más evidente que las oportunidades no siempre están para todos”.

Eso fue un parteaguas en su vida, porque se dio cuenta que lo que menos quería era estar ahí.

La realidad es simple si se sabe observar y si se tiene sentido común, porque no es difícil imaginar, que si tienes ciertos apellidos o que eres familiar de tal o cual persona, tienes casi la vida resuelta, “si observas bien te das cuenta de esas sutilezas, porque siempre han estado ahí y eso es injusto”, afirma.

Por ahí de los 26 años, se independizó.

“La gente piensa que es bien sencillo poner algún negocio, pero uno necesita comprometerse en muchas cosas, porque pareciera que te vuelves más libre, pero esa libertad también conlleva más responsabilidad y eso nunca lo entendemos”.

Eso sin contar que no todos tienen las condiciones o disciplina en general, desde la economía, “porque si no te administras bien un negocio no va a jalar, por ejemplo, si eres casado o soltero, o vives con tus papás, eso influye”, subraya.

“La gente piensa que es bien sencillo poner algún negocio”: lo dice quien ha acometido numerosos y diversos emprendimientos. Emanuel Morales Castillo sabe de lo que habla (Fotografías de Carlos Olvera).

En los tiempos dorados del Festival Internacional Cervantino, Emanuel y el grupo Las Libres, gestionaron la colocación de un puesto enfrente de la presidencia municipal para regalar preservativos o condones e información sobre sexualidad a los jóvenes asistentes al festival y estuvieron ahí como unos 8 años o más, acompañados de una botarga, precisamente con esa figura.

Ahora siguen con algunas actividades y gracias a vínculos con algunas asociaciones como el colectivo Seres, por ejemplo, “nosotros ponemos nuestro espacio y ellos se encargan de aplicar pruebas de VIH cada mes; también se aplican test para detectar Sífilis y Hepatitis C”, además el colectivo ofrece esos servicios incluso en la dirección de salud de la Presidencia Municipal, pero su negocio siempre está en el radar de este tipo de campañas.

También colaboran con la Asociación Casa de San Miguel de Allende, “ellos tienen algo que se llama Bodegas de Insumos para la Salud y nos hacen llegar algunos productos gratuitos”, que también se dan en la tienda de Alonso.

“No necesariamente tienen que comprar algo, solo tienen que registrarse para comprobar que se entregaron los artículos y no se vendieron, porque algunos son de marca”.

Emanuel y su equipo han dado miles de pláticas sobre salud sexual en escuelas secundarias, prepas o nivel superior, y aunque reconoce que en un principio los rechazaban porque el tema era medio tabú, después acabaron buscándolos, porque los propios estudiantes solicitaban esa información; ahora muchas escuelas cuentan con sus propios profesionales que les dan esa temática, pero al principio, ellos pusieron el ejemplo.

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