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LA PETITE BOUTIQUE DE CATH: REMANSO DE MAGIA Y ARTE EN EL CENTRO DE GUANAJUATO

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¿El artista es una parte corpórea de su taller o es el taller el alma del artista? La realidad es que ambos se corresponden y en esa unión inspiración-trabajo se concibe y completa un corazón.

Catherine Gielis es una artista belga que se ha forjado una presencia y un prestigio a través de su joyería escultórica, la cual tiene un sello único, un estilo que oscila entre lo etéreo y la fortaleza; entre lo delicado y el tesón. Tiene una forma de relacionarse con el arte que es única y especial porque se basa en la observación y lo que siente a partir de ello.

“Mi joyería es orgánica —explica— está inspirada en las formas- y las texturas de la naturaleza. Me gusta caminar y observarlo todo. Ver la flor, la hoja, la estrella… De mi conexión con la naturaleza mana mi inspiración. Muchas veces pasamos sin detenernos a descubrir la belleza que nos rodea, a disfrutar la lluvia, las gotas al caer, el olor de la tierra mojada. Sí, mi trabajo es orgánico”. 

Catherine Gielis, artista originaria de Bélgica, que se ha forjado un prestigio a través de su joyería escultórica.

Catherine realizó en Bruselas, Bélgica, sus estudios universitarios en Artes Plásticas. Ahí aprendió pintura, arquitectura, trabajó con diferentes materiales, y una vez que se tituló decidió viajar. Y llegó hasta Brasil.

“Dibujaba y vendía lo que dibujaba —recuerda—, pintaba  con acrílica sobre cuero para hacer brazaletes para muñecas y tobillos. También vendía tarjetas que yo dibujaba con paisajes urbanos, animales, árboles, lo que veía a donde iba. Y luego vendía esas obras para comer, viajar y continuar creando. Después comencé a trabajar con las pinzas e hilos de alpaca, cuando dominé la técnica con mis pinzas y con la alpaca comencé a trabajar la plata y piedras semipreciosas”.

A su regreso a Bélgica cursó cuatro años de joyería en los que incursionó en distintas técnicas y métodos: “Ahí aprendí a soldar, la técnica del cincelado, del fundido, el esmalte, en fin. Me fascinó aprender”. Así nació su otro yo: su taller. Y después, Guanajuato fue su destino:

“Estar en Guanajuato fue un proyecto de vida. No fue una decisión repentina. Me vine desde Bélgica decidida a quedarme aquí. Fue algo muy pensado y calculado. Llegué con mi exmarido y mi hija, ella entonces estaba muy chiquita. Mi exmarido había comprado una casa y nos venimos. Vendimos todo lo que teníamos en Bruselas, solo me llevé mi taller… al principio fue muy difícil empezar de nuevo aquí en México. Llegué en el 2001. Comencé a vender en San Miguel Allende porque Guanajuato aún era muy tranquilo y no había espacio para mí. Así que fui dejando mi trabajo en Galerías de San Miguel. Empecé en varias de ellas. Después de 5 años, el municipio aceptó que pudiera exhibir en sus ferias de artesanos a nivel municipal y estatal. He participado en ferias y exposiciones durante muchos años. También en concursos estatales”.

Catherine Gielis, acostumbrada a hablar a través de sus manos, a latir con el golpe del cincel en el metal y a darle forma a lo que sueña, vive y la habita asegura que no hay otra forma de vida más que esta:

“Vivir del arte es difícil pero no tengo nada más que el arte, es mi vida. Yo me levanto muy temprano y la primera cosa que hago es ir a mi taller, soy una parte de él. Cuando estoy creando me conecto a la vida y al espíritu, eso sí que me llena mucho el alma”.

Para la artista, transformar la plata 950 que adquiere de un proveedor que la recicla de las placas médicas y de los aparatos electrónicos, o el cobre que oxida directamente al abrazo del fuego, es una manera de transmitir lo que siente, de libertar su espíritu y fluir en esta ciudad que la atrapó por su Universidad, su cultura y su magia.

Después de tantos años de sembrar y llevar su joyería con ella a recorrer las plazas, las ferias y los bazares, el terreno está listo para la cosecha. La naturaleza de su arte llega al corazón de Guanajuato, al centro, en un lugar maravilloso: Casa Catorce, en el Campanario.

“Un día una amiga me llamó, me dijo, ven a visitarme, estoy en el centro, en Guanajuato. Fui a verla y me habló de este nuevo proyecto que estaba cocinándose. Me preguntó que si no quería tener mi joyería aquí. Me pareció fantástico el lugar. Yo buscaba estar en el centro desde hace mucho, y un tiempo lo estuve, en Casa Cuatro, pero con este difícil tiempo de la Pandemia ya no fue posible seguir. Pero ahora llegó el momento de encontrar un espacio en el centro, por lo que dije que sí… Es un proyecto muy bonito. Somos varios artistas, todos con propuestas distintas. Apenas abrimos, inauguramos el 2 de septiembre, hace un mes. En Casa Catorce: hay un hotel con 12 cuartos, una terraza muy bonita arriba en donde se puede consumir lo del Café Luan y todo el espacio es Casa Catorce Concept House: hotel-comida- arte”.

En el espacio de Catherine Gielis se exhiben las piezas de su creación plástica moldeadas en plata.

Del lugar, confortable, espacioso, impregnado del olor a piel brota el arte en todas partes. Todos están juntos, y al mismo tiempo cada uno tiene su propio espacio, el de ella, armónico, acogedor y maravilloso, se llama “La petite Boutique de Cath”.

“Tenemos exposiciones temporales, ahora está la obra de Liz Mapelli, pero también habrá otras exposiciones de artistas que pueden mostrar su trabajo y que podrán inaugurar con un brindis y dar a conocer nuestro espacio y sus obras.  Porque el objetivo es que nos apoyemos entre todos”.

Para terminar, Catherine sorprende con otra maravillosa noticia: “Estoy por inaugurar una nueva colección a partir del 6 de octubre en el Teatro Juárez, en donde ahora habrá una tienda y una cafetería. Y ahí tendré expuesta esta nueva colección que se llama “Eloise… Eloise”.  Soy una aficionada del Cirque du Soleil que empezó en Montreal, y su primer nombre fue Eloise, entonces así decidí bautizar esta nueva colección que es muy diferente pues aunque tiene la misma técnica todos son nuevos diseños inspirados en el teatro y las artes escénicas”.

De acuerdo a lo que nos explica Catherine, en la tienda del Teatro Juárez expondrán artesanos del Estado de Guanajuato y joyeros, 4 en total. La tienda estará abierta todo el Festival Cervantino y hasta diciembre aunque los expositores tienen la esperanza de que se quede como un espacio fijo.

Mientras tanto, Catherine Gielis está lista para recibir a quien desee conocer lo que sus manos y su corazón hacen con el metal en Casa Catorce, abierta de 9 a 9 todos los días de la semana.

Pero si además quieres conocerla personalmente para que ella misma te muestre esas joyas escultóricas que tienen movimiento propio y parecen bailar con el viento, ella está personalmente en la galería todas las tardes del jueves, viernes y sábado.

“Invito a todos a ir a mis redes y seguirme porque ahí publico todas las novedades y horarios”.

Y así, con la lluvia ya encima de nosotras, me despido de ella con la convicción de que Catherine misma es arte creado con los cinco sentidos.

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