Inicio Equis Historia LA PRENSA GUANAJUATENSE EN EL ESTALLIDO REVOLUCIONARIO (1909-1910)

LA PRENSA GUANAJUATENSE EN EL ESTALLIDO REVOLUCIONARIO (1909-1910)

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En los periódicos del Guanajuato revolucionario, el papel fue un campo de combate y la tinta una efectiva munición.

Durante la lucha revolucionaria iniciada en 1910, la prensa del estado de Guanajuato fue campo fértil para la discusión de ideas, debates y acuerdos sustentados por las facciones tanto políticas como bélicas que protagonizaron la guerra civil. Batallas y expresiones de ideas, tomas de partido, consensos y rupturas fueron mostrados en periódicos locales y foráneos que circulaban en las ciudades de la entidad. Las páginas de las publicaciones se constituyeron en vitrinas de posturas a favor y en contra y amalgamaron discursos e intereses variados en los que tanto la élite de su tiempo como grupos y caudillos sociales exhibieron sus intereses, visiones y proyectos de sociedad y gobierno.

Las facciones políticas prerrevolucionarias en la prensa guanajuatense

Para 1908, la prensa política de Guanajuato se caracterizaba por estar integrada por dos bloques: la oficialista y la independiente. La prensa porfirista tenía como impreso formal al Periódico Oficial del Gobierno del Estado Libre y Soberano de Guanajuato, que circulaba jueves y domingos desde que los gobiernos estatales afines al porfirismo asumieron el poder en la entidad y sustituyeron al Boletín Oficial que circuló hasta 1876.

Se distinguían también semanarios como La Opinión Libre La Prensa, abiertamente porfiristas, pero que se ostentaban como independientes. En esa misma línea se encontraban La Avispa, también de la capital, y La Vanguardia, de Celaya. En el mes de septiembre de 1908 comenzó a circular en Irapuato, en su segunda época, El Toril, Semanario de Espectáculos, dedicado originalmente a la fiesta de los toros. Sin embargo, por su cobertura de espectáculos teatrales, cinematográficos se cambió de nombre para ser, a partir del 28 de febrero de 1909, El Día. Aunque el propósito enunciado por sus editores era el de ser periódico de entretenimiento, paulatinamente y conforme se acercaban las elecciones de julio de ese año, se fue involucrando en la vida política a favor de Díaz y Obregón González. En esta publicación se hace referencia a La Voz de Irapuato, con el que debate en varios números y del que señala se trata de un semanario reeleccionista.

Imagen 1. El Periódico Oficial expresaba posiciones editoriales del gobierno. Imagen 2. La Opinión Libre, periódico oficioso porfirista. Imagen 3. El Barretero, de la ciudad de Guanajuato, periódico crítico. Imagen 4. Periódico capitalino. (Fotografías: Archivo General del Estado de Guanajuato).

Como parte de la prensa independiente que tenía una postura crítica hacia el gobernador o los gobiernos locales, se encontraban El Barretero, periódico identificado con los mineros en la capital del estado, que sostuvo una postura crítica al gobierno del estado, y El Hijo del Pueblo, un periódico con mucha presencia comercial que también cuestionaba al gobernador Obregón González. Otro semanario liberal y crítico, que tenía como peculiaridad la publicación de reflexiones morales y cívicas y cuyos redactores firmaban sus textos, fue El Observador, fundado en 1904 que también era impreso en la capital. Hay referencias a otras publicaciones como El Sufragio Libre, del que sólo se tiene el dato de que era crítico al gobierno de Obregón González.

Aunque editados en León, resaltan semanarios que circulaban también en la ciudad de Guanajuato: El Obrero, editado a partir de 1902, un periódico que modernizó con su estilo, formato y estructura al periodismo leonés; El Pueblo Católico, que caracterizó al periodismo religioso por excelencia en la era porfirista; y El Comercio (1906-1910), distinguido por su formato que combinaba noticias, avisos y anuncios. Aunque la información publicada en estos últimos periódicos era esencialmente religiosa y comercial, en sus columnas editoriales fijaban posturas políticas y solían debatir con los periódicos de corte liberal. La crítica de los semanarios independientes, bastante moderada, iba dirigida al gobernador y algunos funcionarios estatales o a Jefes Políticos, pero suficiente para que sus editores sufrieran persecuciones.

Al igual que La Opinión Libre, el semanario oficialista La Prensa centró en 1909 sus baterías en respaldar a los candidatos oficiales: Porfirio Díaz para Presidente, Ramón Corral para Vicepresidente y Joaquín Obregón González para Gobernador. En el caso de Corral requería mayor respaldo debido a que en el estado había simpatizantes de Bernardo Reyes, sobre todo en sectores de clase media y en los espacios académicos del Colegio del Estado.

Maderismo y revolución en la prensa de Guanajuato

Para mediados de 1910 el maderismo ya tenía presencia en semanarios como El Obrero, de León, y El Observador, de la ciudad de Guanajuato, y existían pequeños grupos de apoyo en la entidad, mientras que, a nivel nacional, ex reyistas o antiporfiristas, guanajuatenses como los hermanos Alfredo y Gabriel Robles Domínguez, el respetado Toribio Esquivel Obregón, Enrique Bordes Mangel y el profesor Cándido Navarro, así como José Natividad Macías, Diego Arenas Guzmán y Rafael Martínez, comenzaron a sentar las bases para un movimiento antirreeleccionista guanajuatense que a la postre se incorporaría al proceso revolucionario.

Alfredo Robles Domínguez fue el principal operador político maderista en la entidad. En 1908, en la ciudad de México, fue uno de los impulsores del Partido Democrático (PD). Aportó recursos para la organización y colaboró para el periódico México Nuevo, dirigido por Juan Sánchez Azcona, publicación que también financió.

Esquivel Obregón llegó a competir con Madero por el liderazgo del Partido Antirreeleccionista (PA) y la confrontación se hizo evidente cuando en 1909 Madero no lo apoyó para ser candidato al gobierno del estado de Guanajuato. Las diferencias con el antirreeleccionista de Parras fueron evidentes desde la convención del PA, realizada el 15 de abril de 1910 en la ciudad de México, cuando Robles Domínguez y un grupo de guanajuatense apoyaron a Esquivel Obregón como candidato a la presidencia en lugar de Madero. Los guanajuatenses no sólo fueron “mayoriteados” por los maderistas en la propuesta de candidatura, sino que, inclusive, ni siquiera lograron que el leonés fuera candidato a la vicepresidencia.

Al menos de El Obrero hay constancia de la cobertura en la prensa local del resto de la campaña maderista, el proceso electoral de julio de 1910 y posteriormente el encarcelamiento y la fuga del coahuilense, registrada el 5 de octubre de 1910.

A finales de marzo de 1911 tanto la prensa tanto la oficiosa como la independiente dieron a conocer el mensaje que Porfirio Díaz dio a la nación, en el que resaltaba que había enviado al Congreso de la Unión un decreto para reformar la Constitución y cancelar la reelección. El caudillo ya no era todopoderoso, de tal forma que el 13 de abril, fue publicada una carta de estudiantes del Colegio del Estado que pedían a Díaz su renuncia, algo impensable para publicarse en la prensa estatal tan sólo meses antes.

Imagen 1. El Obrero, de Jesús Rodríguez, el periódico independiente más importante de León. Imagen 2. El Pueblo Católico era voz de los creyentes leoneses. Imagen 3. Periódico independiente. (Fotografías: Archivo General del Estado de Guanajuato).

La mayor parte de los periodistas del estado habían omitido o minimizado la incorporación de guanajuatenses a la causa maderista. No consignaban en ese momento que a los reyistas que se habían unido al antirreleccionismo se sumaron profesionistas antiporfiristas. Fue hasta que estalló la rebelión convocada para el 20 de noviembre de 1910 cuando relacionaron a ambos movimientos.

La presión política y militar obligó a dimitir a Díaz, así que el 11 de mayo de 1911 abandonó el país. A partir de ese momento la prensa guanajuatense tomó dos posturas: mantener la nostalgia por el gobernante derrotado o manifestarse a favor de Madero. El Obrero continuó su posición a favor del coahuilense y dio cuenta de la renuncia de Díaz a la presidencia de la república y el debate en torno a quién habría de sucederle. Con el dictador en Francia, el debate en la prensa del estado dejó de lado al maderismo para dar prioridad al proceso electoral de 1911 con respecto a jefes políticos, gobernador y presidente de la república.

La prensa guanajuatense fue protagonista del proceso de oposición a Porfirio Díaz a la etapa de lucha armada; fue la plataforma de discusión y debate de ideas entre facciones políticas prerrevolucionarias (porfiristas, reyistas, corralistas y maderistas); espacio para la lucha electoral en 1909, 1910, 1911 y 1917; medio de cobertura de las diversas etapas del conflicto armado —en sus páginas se informó sobre las acciones de caudillos y bandoleros sociales— y fue centro de debate en torno a la Constitución de 1917.

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