Inicio Temas Equis JUAN CARLOS Y VIRI: COSMÉTICA NATURAL, LA BELLEZA Y EL AMOR.

JUAN CARLOS Y VIRI: COSMÉTICA NATURAL, LA BELLEZA Y EL AMOR.

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Todos hemos escuchado aquello de que “detrás de un gran hombre hay una gran mujer”, pero a veces también pasa, sí, es una realidad, que detrás de una gran mujer emprendedora puede haber un gran hombre también. Y esta es la historia que hoy quiero relatar, la de Juan Carlos y Viri, que también es la de Viri y Juan Carlos.

Los conocí una tarde en la que estaba paseando con la familia y encontré su stand. Detrás de toda una gama de shampoos, jabones, cremas y cosméticos estaba un hombre que me llamó la atención por el entusiasmo con el que invitaba a la gente a acercarse a conocer los productos y presentaba cada uno explicando ingredientes y beneficios.

Al conversar con él supe que su nombre completo es Juan Carlos Briseño Bernal, que viene de Irapuato y que el emprendimiento es de su esposa: Viri Guzmán. Cosmética Natural, yo soy belleza es una marca propia, libre de químicos, que su esposa inició después de que fabricó un rímel para tener pestañas más largas y abundantes, ya que es bien sabido que después de algunos tratamientos, cambios hormonales o debilidad del cuerpo vamos perdiendo pestañas: “Mi esposa es una emprendedora, lo cual se hizo patente cuando después de ese rímel comenzó a fabricar el shampoo que detiene la caída del cabello y ayuda a que crezca de nuevo. Hoy, manejamos alrededor de 38 productos diferentes”.

Viri y Juan Carlos, pareja que produce y comercializa los productos de Cosmética Natural, yo soy belleza, creados por Viri Guzmán.

Viri, quien es cosmetóloga de profesión, junto con otras amigas comenzó a asistir a talleres de emprendimiento: “En Irapuato ofrecen muchos talleres de emprendimiento, especialmente para las mujeres. Ahí ella tomó algunos cursos para fabricar jabones, cremas y shampoos, y empezó a crear sus propios productos”.

No todo es entrar a un curso y producir; los emprendimientos requieren mucho más que eso para poder perdurar, tener éxito y gozar de la preferencia de los consumidores. Juan Carlos nos explica: “al principio es difícil porque hay que ganarse la confianza de las personas. Hay que lograr que cambien hábitos en los que usan productos con muchos químicos y se decanten por algo más natural, sano y orgánico. Lograr que dé ese paso y pruebe el producto para que se convenza de sus beneficios es el paso clave, y quizá el más complicado”.

Y es que estamos en un mundo cada vez más cambiante, en donde la cosmética ya no es un privilegio solamente de las mujeres, sino que ahora hay un nicho con los hombres también: “el tabú de que este mercado es solo para mujeres ya no existe. Hoy los hombres también usamos cremas, ácidos hialurónicos, podemos externar libremente que nos preocupa la caída del cabello, entre otras cosas”.

Pero además de ello, Juan Carlos sin duda rompe paradigmas, porque Cosmética natural, yo soy belleza es el sueño de su esposa, un anhelo para el que ha trabajado mucho tiempo, ha estudiado, ha probado y lo ha llevado a cabo con su apoyo: “Ella levantó esto y luego me sumó a mí, como parte del mismo proyecto, como empleado. Pero a la vez somos mucho más que eso, somos el equipo completo: la familia”.

Y precisamente, parte de toda esta instrucción que hoy está al alcance de tantas mujeres es para ayudarles a reinventarse, asumirse como seres individuales con grandes posibilidades sin que esto desuna familias, sino que por el contrario, las integre más, como ha sucedido con la familia de Viri Guzmán en la que también su hija participa del negocio por lo que a pesar de que haya una madre trabajadora en la familia, ésta permanece unida y haciendo que el sueño de uno sea la motivación de todos.

Además de ello, se sabe que cuando los negocios son liderados por mujeres tienen un impacto positivo en la economía, en la generación de empleo, en el crecimiento de la familia y de la sociedad en general. Esto sucede porque suelen tener más pasión para presentar sus negocios, capacidad nata para realizar networking, responsabilidad y compromiso.

En la familia de Viri Guzmán también participa del negocio su hija, familia en la que el sueño de uno es la motivación de todos.

Y es que cuando se percibe el orgullo y entusiasmo de un marido por los productos generados gracias al talento de la esposa es seguro que son buenos, y que hay mucho amor alrededor de ellos.

Así, Juan Carlos me comparte una de las anécdotas que vivieron tras esta expo en la participaron en la Casa de las Artesanías en Plaza de la Paz con motivo de las fiestas decembrinas: “Ayer vino una familia. La esposa se entretuvo viendo otros stands y el señor fue el que se acercó a mí. Me preguntó por un shampoo para detener la caída del cabello y le mostré nuestro producto. Quitándose la gorra me dijo que era una lástima que ya no le serviría de mucho porque ya se había quedado pelón. Celebramos la broma y se llevó de todas maneras el shampoo. Así que al día siguiente, estábamos aquí cuando de pronto llega una señora directo a nuestro stand preguntando por los shampoos, era la esposa del cliente. Probó nuestro producto y regresó por dos botellas grandes y una crema. Quedó fascinada. Y eso a nosotros nos llenó de orgullo”.

Además del bienestar y el gusto de usar un producto sin conservadores hecho por manos mexicanas, guanajuatenses, con tanto amor es hermoso ver los ojos de un hombre brillar al hablar de las destrezas de su esposa. Y por cierto, sí, las cualidades de los productos son genuinas, el jabón que me obsequiaron le hizo mucho bien a mi piel… ¡Qué viva el amor, las mujeres emprendedoras y los grandes hombres a un lado de ellas tomando su mano y ayudándolas a crecer!

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