Inicio Las otras resistencias MANOS GALEREÑAS: FUERTES, FEMENINAS…Y UNIDAS

MANOS GALEREÑAS: FUERTES, FEMENINAS…Y UNIDAS

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En el pasado minero de Guanajuato existía un grupo de mujeres humildes que trabajaban en las galeras realizando un trabajo arduo en entornos húmedos y poco seguros. Eran conocidas como “galereñas” y su labor consistía en quebrar las piedras golpeándolas hasta reducirlas a trozos pequeños más fáciles de procesar. 

La fuerza, entereza y manos de estas mujeres fue tan trascendente que su vestimenta representa hoy el traje típico de Guanajuato. Pero no, las galereñas no han desaparecido con el tiempo quedando como una simple figura desdibujada por los años, se han transformado, y hoy sus manos embellecen y transforman lo que tocan. 

“Manos Galereñas” es un grupo de mujeres emprendedoras y empresarias que están conquistando espacios, llenando de color los callejones, habitando jardines y creciendo cada vez más en las redes bajo el principio de darse la mano para apoyarse, ayudarse y confortarse a medida que crecen a través de sus productos y servicios para llevar el sustento a sus hogares. 

“Manos Galereñas” es un grupo de mujeres emprendedoras y empresarias que están conquistando espacios de la mano de Cris Vélez.

Cris Vélez lo sabe muy bien, ella, que es resiliente, que es madre, esposa, hija, amiga… es una mujer soñadora, con una fe inmensa y muchas ganas de salir adelante aportando algo a la sociedad, es decir, picando piedra para que otras mujeres como ella puedan transitar caminos más favorables.

“Lo que me motivó a formar este grupo fue haber sido víctima de violencia en todas sus formas a lo largo de las etapas de mi vida. Siempre quise, o en mis momentos más grandes —quizá de desesperación— anhelaba tener un grupo donde encontrar ese cobijo, ese apoyo y esa comprensión. Además, me motivan mucho todas aquellas mujeres que hoy ya no están vivas y que no tuvieron los privilegios y las posibilidades que nosotras sí tenemos. Esto es en parte un homenaje a todas aquellas víctimas de la violencia”. 

Ese coraje fue la chispa que encendió la llama que mantiene tibio el corazón de Manos Galereñas, un equipo colaborativo de mujeres productivas, alrededor de 45, que ofrecen mercancías elaboradas con sus propias manos y servicios, y que con mucho esfuerzo y dedicación están a punto de conformarse como un organismo de la sociedad civil: “Tenemos tres propósitos que son profesionalizar el emprendimiento, buscar oportunidades de negocios y mantenernos sanas emocionalmente”.

Y es que lo que comenzó como una idea de unir fuerzas femeninas y encontrar una forma de auto empleo terminó siendo la columna vertebral de un grupo sólido, una familia matriarcal en la que todas son manos, cerebro y corazón para los demás: “Manos Galereñas está conformado por mujeres solamente porque quiero que sea un grupo de confianza, seguro, de empatía, de apoyo, un grupo en donde encontrar ese refugio entre todas y ese crecimiento, ese empuje en los negocios en este tema derivado de una pandemia y de nuestra situación social en donde no tenemos las mismas oportunidades , en donde falta la equidad de género”. 

Cris nos cuenta que el grupo la ha llevado a vivir situaciones irrepetibles y reconfortantes como el encuentro con tantas mujeres tan llenas de inspiraciones, ideas, esperanza, amor y entrega para compartir con la sociedad este proyecto en el que está su vida y sus sueños: “encontrarnos, saber y aprender a trabajar en equipo. Esa es la anécdota más relevante que vivimos día con día, hemos ido aprendiendo a comunicarnos entre mujeres de una manera propositiva y a trabajar juntas por un fin”.

Sin saber a dónde la llevaría su iniciativa, hoy Cris define su creación como una experiencia brutalmente enriquecedora… de vida. Es una actividad a la que desea dedicarse por siempre: “Me encanta y mi experiencia ha sido muy agradable, muy abrumadora en ciertos puntos. Me ha rebasado el éxito y la colaboración y participación de tantas mujeres”.

El Callejón de la Condesa en Guanajuato capital es el sitio donde Manos Galereñas expone y vende sus productos. 

Por supuesto que en esta historia no todo ha sido miel sobre hojuelas, como en toda lucha se han tenido que enfrentar a la falta de apoyo, la indolencia de autoridades femeninas, la falta de empatía y la decepción. Así como a jornadas de trabajo agotadoras en las que se cubren hasta tres turnos. Pero también, como en todo, hay alguien bombeando esos corazones y dotándolos de energía para que puedan seguir adelante: la madre de Cris.

“La fuerza y la motivación que me ha dado mi madre en este proyecto es invaluable, y es un pilar verdaderamente en todo el proyecto de Manos Galereñas. Ha estado desde su formación, ha apoyado a muchas chicas que están en el grupo con contención emocional. Siempre está presente ofreciendo su ayuda desinteresada y en parte este también es un homenaje para ella, que con sus manos galereñas ha salido adelante y ha trabajado en la formación de niños y jóvenes y hoy se dedica a una profesión que es orientar psicológicamente, eso es también parte de lo que concentra Manos Galereñas”.

Manos Galereñas mantiene abierta la invitación para todas aquellas mujeres que deseen formar parte de este grupo, los únicos requisitos son actitud sorora y tener un emprendimiento en cualquiera de sus etapas. Los miércoles es posible conocer a este grupo de mujeres guanajuatenses en el Callejón de la Condesa, en el centro de la capital, en donde se reúnen para ofrecer sus productos. 

Para finalizar, Cris reflexiona en que ella es el cúmulo de todas estas experiencias buenas y malas de vida que la llevaron hasta este presente: “Hoy puedo decir que si tuviera que pasar nuevamente por todo lo que viví, lo volvería a hacer con tal de estar donde estoy hoy”.

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