Inicio Disruptivos y Frikis OMAR CÓRDOVA: UNA ORQUESTA FILARMÓNICA PARA TODOS

OMAR CÓRDOVA: UNA ORQUESTA FILARMÓNICA PARA TODOS

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En el fascinante mundo de la música existen aquellos músicos en formación en quienes pocas personas prestan atención y que requieren profesionalizarse, sin que haya muchos espacios para poder hacerlo.

Afortunadamente, existen personas como Omar Córdova que forman parte de lo distinto, de quienes en vez de esperar a que las puertas sean abiertas forja las llaves precisas para abrirlas por sí mismo.

Siendo aún niño y gracias a que su madre trabajaba como maestra de danza de la Universidad de Guanajuato, la cultura fue desde siempre una entrañable amiga: “Mis hermanos y yo teníamos acceso a talleres de pintura, de música, de muchas otras cosas. Nos vimos favorecidos con esta circunstancia de poder tomar todos los talleres que la Universidad ofrecía, poco a poco cada uno de nosotros nos fuimos dirigiendo a donde nos agradaba más”.

Omar Córdova encabeza un proyecto orquestal que no tiene fines de lucro, más parecido a una sociedad filantrópica y armónica que ayuda a cubrir necesidad de ahondar en distintos aspectos de la música.

Para Omar niño, tener acceso a este mundo no fue el inicio de un sueño romántico hacia un mundo mágico lleno de música, para él aquello solo eran actividades complementarias a su educación: “la ventaja fue que cuando me decidí a estudiar música de manera profesional ya contaba con un ambiente propicio para dedicarme a ello y poder moldear mi expresión, y eso me ayudó bastante. También el que mis padres estaban muy relacionados con la danza. Lo mío con la música nunca estuvo basado en sueños románticos, sino en realidades muy específicas”.

Tener los pies bien puestos en la tierra es lo que ha encendido en él esta chispa creadora que lo ha llevado a incursionar, proponer y crear, siempre en aras de reivindicar el futuro musical y artístico en Guanajuato: “Por mi vida han pasado tanto agrupaciones grandes como pequeñas. Me he dedicado a muchos aspectos de la música, incluso tuve la oportunidad de salir del país a estudiar, de generar un par de posgrados y de ir tejiendo relaciones con diversos trabajadores del arte… y aquí es donde surge la Filarmónica de Guanajuato, porque hay quienes están estudiando aún, otros que ya son profesionales y quienes todavía son amateurs. Sin embargo, todos ellos tienen la necesidad de profundizar y ahondar sobre temas de profesionalización. La Filarmónica más que una orquesta es una sociedad filantrópica y armónica que ayuda a cubrir esta necesidad”.

Y es que, a pesar de todo, adquirir experiencia en una Orquesta no es tan sencillo como se pudiera pensar. Omar nos lo explica: “Tener una orquesta en una escuela es muy caro. Incluso muchas veces aunque tengas el plan de estudios no tienes a todas las personas necesarias para integrar la orquesta. Es bastante, bastante complicado. Aquí en Guanajuato contamos con una gran orquesta de primer nivel, pero es complejo generar prácticas profesionales de manera independiente para llegar a ese nivel. Nosotros tenemos chicos desde 15 y 16 años y adultos profesionales que buscan ir más allá. Verdaderamente hay una vinculación académica y prácticas profesionales con profesionales. Por eso, lo que estamos haciendo es irnos por la vía independiente porque lo que nos importa es nuestra expresión, nuestra forma de profesionalizar y ahondar sobre los aparatos para llegar a estar al nivel de estas filas que nos representan en el estado. Entonces, evidentemente desde directores, ejecutantes, intérpretes, pedagogos, se han unido a este proyecto porque las puertas no se abren solo porque alguien necesita entrar. (…) Entonces, cuando los muros de estancamiento aparecen es posible sublevarse y llegar a otro nivel”.

Por otra parte, si hay una profesión que requiere constancia, estudio y muchas horas de preparación diaria es la del músico: “La carrera del músico es bastante demandante. Dicen que los músicos regularmente solo pueden hablar de música. Y quizás sí, pero es que el tema del entrenamiento para llegar a tener un alto nivel o un alto rendimiento es bastante complicado. Basta con que dejes de estudiar dos días para que los dedos se te empiecen a oxidar. Todas esas conexiones que se generan cerebralmente y que vas logrando de un punto a otro se rompen al abandonarlas solo unos minutos. Es como cuando te rompes un hueso, y en el hueso se empiezan a generar estas fibras de calcio, pero si lo mueves ya no queda bien pegado. Eso pasa, hay que dominar al instrumento para que no sea el instrumento el que te domine, sino tu conciencia quien domine el instrumentito y en todo momento sepas que es así. Precisamente por eso a veces nos perdemos de otras cosas que hay en el mundo, y justamente cuando se me hizo una crítica al respecto me abrió los ojos en muchísimos otros aspectos y fue una decisión irme a diferentes sectores. Me empezó a interesar muchísimo la filosofía, la psicología. Que también son cosas que están inmersas en el mismo ambiente”.

Pero, ¿Por qué mantenerse independientes? “Nuestra Filarmónica no tiene fines de lucro, ni cuenta con un solo apoyo de ninguna empresa pública, sector o institución. Somos un proyecto ajeno a estas cuestiones económicas, eso nos mantiene enfocados en lo que queremos, no queremos estar siempre dependientes de una agenda política. Así nos mantenemos completamente enfocados en programas de estudio de innovación musical y del aprendizaje para lograr lo que queremos: tener un mejor nivel o un pulimento en toda su expresión. Es difícil, porque la crítica también apunta a la desestimación. Es como «no tiene dinero, no vale»… «es independiente, ninguna institución lo respalda, no vale»… pero, nuestro valor es cultural y no simplemente económico”.

Quienes forman parte de este proyecto participan de la idea de que la valía cultural de la agrupación está por encima del valor económico.

Omar ha previsto todas las situaciones para no perder el enfoque y no correr el riesgo de quedarse en el camino: “Al equipo no solamente se han integrado personas que tocan, se ha abierto una línea de gestores y de comunicadores. Esto es musical y no musical. Muchas veces pensamos que el gobierno nos lo tiene que dar todo. Esto funciona de manera distinta, no estamos esperando a que nos den apoyo sino que lo estamos generando nosotros mismos y quien se quiera sumar es bienvenido, en la medida en la que se pueda sumar. Así que de esta manera nos enfocamos en la programación o en el entrenamiento. Por ejemplo, el lugar en el cual poder ensayar. Lo íbamos a hacer en un espacio muy pequeño pero el volumen de la orquesta se triplicó en un segundo. No cabemos en cualquier sala de la casa de alguien, entonces, a buscar espacios que sean accesibles”.

La Filarmónica de Guanajuato se está construyendo como deben edificarse los grandes proyectos: con paciencia, poco a poco: “Hemos decidido que la primera etapa del proyecto sea educativa, de entrenamiento. No sería muy acertado subirnos al podio de físico constructivismo a mostrar músculos que todavía no tenemos. Estamos todavía en el gimnasio y nos vamos a quedar ahí un ratito porque eso es mucho más importante en este momento. No es importante aún qué vamos a tocar, ni cuándo, ni dónde. Ya se está generando esta efervescencia de que habrá una nueva orquesta pero evidentemente no es una orquesta que busque un impacto contra otras orquestas. No buscamos restar, sino sumarnos a lo que ya está haciendo la gente, a los que ya están estudiando, a los que ya están colaborando. Tener bastantes líneas de apoyo, y entonces sí, dar un concierto que si no es el mejor del mundo o no está al grado de la Filarmónica de algún lugar del mundo no es algo que nos preocupe”.

Es así como Omar deja la puerta abierta a quienes deseen subirse con él a esta aventura invitando a quien esté interesado a escribirle a cualquiera de las redes de la Orquesta Filarmónica de Guanajuato en Facebook o Instagram, o al correo orfic.orquesta@gmail. “De verdad pueden escribir con la confianza de que su mensaje será respondido… La orquesta no es mía, la orquesta somos todos”.

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