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TIENE ACOLMAN REGISTRO DE MARCA DE LA PIÑATA ARTESANAL

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El municipio de Acolman, perteneciente al Estado de México, recibió el Registro de Marca para su artesanía emblemática, la piñata, mismo que ya protege ese símbolo navideño, ícono de su identidad desde 1587 durante la Época Colonial (1521-1810), comentó en entrevista con Equisgente la artesana mexiquense Celia Claudio Hernández.

Visiblemente emocionada, explicó que la piñata es símbolo de México en el mundo, y señaló que las autoridades municipales, convencidas por las 120 familias que producen al año alrededor de 25 mil piñatas artesanales, lograron ese Registro de Marca ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI), larga gestión iniciada en 2022.

Sus ancestros, abundó, han ocupado ese territorio con patrimonio cultural propio, desde tiempos inmemoriales. “Los frailes agustinos asentados en el ahora ex Convento de Acolman evangelizaron a mis antepasados del siglo XVI, y les enseñaron a fabricar una piñata —la primera en América— de muchos colores la cual decoraron con siete picos”.

Celia Claudio Hernández, artesana mexiquense, realizadora de piñatas tradicionales, hoy presidenta de los Artesanos de Acolman (Fotografías de Juan Carlos Castellanos)

El simbolismo que los frailes agustinos transmitieron a los nativos consistía en que el palo representa la fuerza de la fe para romper con los falsos deleites del mundo; los colores brillantes, encarnan las tentaciones que el demonio ofrece a la gente; los picos, los siete pecados capitales, y la fruta era la gracia de Dios que caía sobre los feligreses.

Celia Claudio Hernández: “De esa forma, la piñata que nació como un instrumento de evangelización poco a poco se convirtió en objeto de fiesta y símbolo de Acolman. En ese contexto, la tradición de la piñata se entrelazó con la cultura y las celebraciones prehispánicas, aunque en Acolman ya había algo parecido, al inicio del Panquetzalistli”.

La joven artesana detalló que el Panquetzalistli era una rica festividad que celebraba el nacimiento de la principal deidad mexica, durante la cual se colocaba un palo bastante alto y en la cima, una figura de masa de amaranto del Dios Xiuhtcuhtli y una olla hecha con barro en cuyo interior se colocaban muchas plumas de colores y piedras preciosas.

Solamente los hombres jóvenes y en edad viril podían competir para llegar a la cima del palo, siendo bloqueados por los asistentes y los mismos competidores. “Quien lograba llegar a la cima repartía la estatua de Xiuhtcuhtli para que toda la gente comiera y luego arrojaba la olla de barro para esparcir los regalos que los concurrentes recogían gozosos”.

Acolman, municipio localizado en el Oriente mexiquense, es conocido como “Cuna de la piñata” y su principal producto es el hecho ciento por ciento artesanalmente, con olla de barro y siete picos que representan los siete pecados capitales: Avaricia, gula, lujuria, ira, envidia, pereza y soberbia. Según su diseño, cuesta actualmente entre 70 y 350 pesos.

Para la artesana, cada piñata es única, aunque se parezca a las demás. “Es increíble lo que sale de las manos y del corazón de quienes elaboramos piñatas. Se debe a la sensibilidad de los mexicanos nacidos en Acolman, población fundada antes que Tenochtitlán a la orilla del ex Lago de Texcoco; ahí nacieron las piñatas hace más de 400 años”, reiteró.

Cabe destacar que una fuente inspiracional son los recursos naturales que los artesanos acolmenses tienen a la mano, entre la vegetación, las fibras naturales, el papel hecho a mano y los colores que con técnicas añejas arrancan a plantas y granos, según dijo Celia Claudio Hernández, quien actualmente es la presidenta de los Artesanos de Acolman.

Muestra de la diversidad de piñatas tradicionales que se elaboran en Acolman (Fotografías propiedad de Celia Claudio Hernández)

Las piñatas de Acolman son tradicionales, tal y como se elaboraban en los años de la evangelización. Eso significa que son artículos de temporada para la época de Navidad, cuando la espiritualidad aflora en muchas personas. “Por eso son muy pocos los artesanos que hacen piñatas en forma de personajes de la política, el deporte o la televisión”, anotó.

Durante la entrevista, realizada en la sede del Museo de Arte Popular (MAP) de la Ciudad de México, Celia Claudio Hernández hizo propicia la ocasión para anunciar que del 14 al 17 de diciembre se llevará a cabo la Feria Internacional de la Piñata Acolman 2023. “Como casa de los artesanos de México, el MAP nos ha apoyado desde siempre”.

Finalmente, dejó ver que el Registro de Marca beneficiará directamente a los artesanos, quienes vislumbran un mejor futuro para ellos, para sus familias, y para la comunidad. Pero sobre todo para las piñatas tradicionales, para que sigan sorprendiendo al mundo entero con belleza. “Ahora vamos por la declaratoria de Patrimonio Cultural de México”.

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