En Guanajuato son identificadas las casas donde nacieron Emma Godoy o Juan Silvetti; algunas fincas donde nacieron o vivieron personajes destacados son ahora museos, como el de Diego Rivera o el de Olga Costa y José Chávez Morado; otros son negocios, como la casona donde vivió Lucas Alamán. Existe una que está en el abandono: la de Jorge Negrete.
Si bien Silao de la Victoria se disputa también el natalicio del Charro Cantor, la casona de la capital donde se considera fue su cuna, se cae de a poco; su estatua es una mera curiosidad cuestionada por presuntamente no reflejar la estatura real del cantante. La idea de convertir esa finca en museo es algo lejano porque no existen elementos materiales para exhibición: ni trajes ni sombreros ni guitarras ni cuadros ni documentos. No hay material.
Haya sido en Silao o en Guanajuato, Jorge Negrete nació el 30 de noviembre de 1911. Murió el 5 de diciembre de 1953. Ninguna de las fechas ha merecido recuerdo alguno.
José Alfredo Jiménez es el gran homenajeado. El Instituto Estatal de Cultura y el gobierno del estado de Guanajuato promueven su imagen e impulsan publicaciones sobre su obra. Se cumplen, el 23 de noviembre, 50 años de su fallecimiento.
Otro recordado, aunque en menor escala, es Jorge Ibargüengoitia, fallecido el 27 de noviembre de 1983, diez años después de José Alfredo. El IEC publicó Olafo y los amigos y en algunos espacios se hace referencia a su legado literario.
En contraste, Jorge Negrete es ignorado: ni los 122 años de su natalicio ni los 70 años de su fallecimiento son recordados.
La casa, un caso
La casa del “El Charro Cantor” se encuentra en la esquina de Matavacas con Manuel Doblado, en el acceso al estacionamiento El Hinojo. La identifica una placa que indica que ahí nació el cantante y está marcada con los números 36, 38, 40 y 42 y su fachada muestra descarapelados que exhiben sus ladrillos.
Hace casi 20 años estuvo habitada por el pintor Javier Barajas. Al mudarse de la finca, se rentaba vía plataforma digital. Su deterioro hizo que dejara de funcionar con esas características.
La finca tiene más de 100 años de existencia, pero desde antes de la pandemia no ha sido habitada. El sol, las lluvias han favorecido el reblandecimiento de algunas de sus partes y a las paredes de adobe se le cae el enjarre.
Actualmente la casa luce vacía y, como se trata de una propiedad privada, ninguna autoridad puede intervenir al respecto. No se le considera de especial valor arquitectónico y su valor histórico como casa del nacimiento de Negrete no está sustentada con las formalidades que exigen las normas. Debe comprobarse que ahí nació y acabar oficialmente con el debate con sialoenses, incluidos familiares del cantante, que —afirman— nació allá.
Según la gente de Silao, el cantante nació en el número 5 de la calle de Los Cajoncitos, actualmente calle Guerrero, al lado del Museo Chávez Morado. Afirman que los padres del tenor lo registraron en la ciudad de Guanajuato, donde tenían la casa en lo que ahora es la Plaza del Ropero. Esta versión supuestamente la habría dado el mismo Negrete en una entrevista.
Deseo de museo
Descendientes del Charro Cantor han manifestado ante el IEC su deseo de convertir la casa en Museo. El problema es que no tienen elementos para un proyecto museístico. No conservan objetos del cantante, hay fotografías aisladas, no hay documentos con valor histórico.
La casa de Guanajuato no pertenece ya a la familia Negrete y la propietaria no reside en la ciudad de Guanajuato.
Jorge Negrete se casó primero con Elisa Crochet Asperó, mejor conocida como Elisa Christy, y luego con María Félix. De su primer matrimonio procreó a su única hija, Diana Negrete, quien falleció el 23 de octubre de 2021.
Diana procreó a Rafael Jorge y a Lorenzo Negrete. El primero es cantante de ópera y, al igual que su hermano, también se dedica al canto ranchero.
Ninguno de los nietos del Charro Cantor mantiene un contacto cercano con su parentela residente en Silao. Son ellos quienes pudieran aportar elementos para un museo.
Aportación cultural del Charro Cantor
Jorge Negrete fue uno de los constructores de la imagen de charro cantor como símbolo de lo mexicano. Su voz de tenor, educada en Conservatorio, hizo que el canto ranchero demandara una gran calidad interpretativa. Marcó una época de intérpretes de gran calidad vocal.
El guanajuatense difundió y popularizó la música, las canciones y la cultura mexicana por todo el mundo. Fue un primer mexicano que movilizó grandes masas y fue imitado por los jóvenes en su modo de hablar, tanto en México como en el mundo entero; desde Latinoamérica hasta lugares como Japón o Albania; contribuyendo al estereotipo del mexicano alegre y temerario.
En 2005 fue develada su estatua en la Plaza del Ropero, misma que se encuentra frente a la casa
A Jorge Negrete le reprochan que no presumiera su origen, como sí lo hicieron José Alfredo Jiménez, que cantó a su pueblo adorado; o Jorge Ibargüengoitia, que amó con ironía a su Cuévano-Guanajuato; del charro cantor se dijo, cuando vivía, que nació en Jalisco o que nació en Chihuahua.
Quizá por eso se ignore en Guanajuato a la mejor voz de canción ranchera que ha tenido México.
