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EL TRUCO 7: ENTRE LA LEYENDA, EL ENCUENTRO CON EL ARTE Y LA CULTURA Y LA CONCURRENCIA DE TURISMO

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Cumple 34 años uno de los más emblemáticos restaurantes de la ciudad

La ciudad de Guanajuato ha tenido, a lo largo de su historia, lugares que aglutinan a su intelectualidad y su arte. En ellos se han forjado grandes movimientos culturales, el más recordado es el Café Carmelo, donde profesores y estudiantes de la naciente Universidad de Guanajuato (acababa de dejar de ser el Colegio del Estado) concibieron la idea e iniciaron el proyecto de los Entremeses Cervantinos, que comenzaron en 1953 y 20 años después serían la base para el Festival Internacional Cervantino.

Otro de esos espacios que han sido escenarios para grupos de la intelectualidad, el arte y la cultura   es el restaurante Truco 7, nombre tomado —simplemente— de su domicilio, ubicado en pleno centro de la ciudad.

Hugo Rangel Cerrillo, creador de Truco 7, tuvo la idea de poner una cafetería pero decidió mejor establecer un restaurant. Su personal hace lo necesario para mantener a este sitio en la preferencia pública.

Leyenda de la Calle del Truco

El nombre de esta calle surge de la leyenda que narra cómo un hombre perdió a su esposa en una apuesta con el Diablo. Era la calle de Los Guadalajareños, donde cada día a las 6:00 pm los más ricos de la ciudad se reunían a jugar y apostar grandes sumas de dinero. El juego más conocido se llamaba ‘el truco’.

Un hombre con gran fortuna y una bella esposa,  se hizo adicto al juego y, un día, un forastero anciano quiso jugar contra él adinerado, quien empezó a apostar hasta perder sus tierras, posesiones y finalmente, a su mujer.

El forastero resultó ser el demonio y se llevó a la esposa y al pequeño hijo del hombre, quien tomó una pistola y se suicidó. La leyenda está ilustrada en un cuadro de Manuel Leal exhibido en uno de los salones del vecino Hotel Posada Santa Fe.

El origen del Truco 7

La casa donde se ubica el restaurante era propiedad de doña Otilia Sáinz de Valadez, quien se lo vendió a la señora Elena Cerrillo y ésta a su vez, le cedió la planta baja de la finca a su hijo, Hugo Rangel Cerrillo, quien narra cómo surgió la idea de crear el Truco 7. 

Cuenta Hugo

—Mi madre me dejó este espacio. “Para que pongas un negocio”, me dijo. Mi idea era poner una cafetería, pero me jaló el vender comida y mejor puse un restaurant. Empecé con seis mesas.

Y tomó otra decisión que le daría sello e identidad al lugar: respetó el estilo de casa antigua. 

Es una casa colonial, precisa el entrevistado, “y no se tocó nada; se dejó lo antiguo y luego se le agregaron cosas”.

La cafetera de palanca es una auténtica joya del Truco 7, cuyo ambiente es por demás propicio para el solaz en una atmósfera de casona añosa.

El Truco 7 abrió sus puertas el 12 de octubre de 1990, en pleno fragor del Festival Internacional Cervantino, mismo que fue aprovechado como coyuntura.

La amistad de él y su hermano Eduardo, conocido como “Guayo”, reconocido fotógrafo que falleció en octubre de 2021, permitió que el negocio prosperara.

Fue espacio de reunión de periodistas, universitarios y artistas; comenzaron a presentar obras de teatro. Ahí se montó “El árbol”, bajo la dirección de Javier Velázquez.

Fue también espacio en la que músicos de la entonces existente Orquesta Filarmónica del Bajío y la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato ofrecieron conciertos con solistas o grupos de instrumentos. “Se aventaban a veces sus palomazos”, agrega Hugo.

También se cantó música latinoamericana.

Ha sido mecenas y patrocinador de muchos artistas. Recuerda en especial su colaboración para la realización de un mural hecho con motivo de la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, mural realizado por becarios, que constituye un homenaje al barro y está en la Sierra de Santa Rosa.

—¿Cómo se logró esta liga con esos sectores de la clase intelectual guanajuatense? -se le inquiere.

—Guanajuato es chico y el restaurant está en el centro, está cerca la universidad y por eso comenzaron a llegar amigos de Guayo, míos y de otros amigos.

El Truco 7 ha ofrecido sus muros a artistas plásticos y sus salones han sido rentados para conferencias de prensa con líderes de partidos y organizaciones políticas. Ahí han estado líderes de la talla de Cuauhtémoc Cárdenas, dirigentes estatales y gobernadores.

Han comido y convivido en el lugar personajes como Jhony Deep, Damián Alcázar, Alfonso Echánove, el medallista Olímpico Rommel Pacheco y una larga lista. Entre las visitas que Hugo recuerda también está la de Vanessa Ponce de León -Miss Mundo 2018- y el elenco de una fotonovela rodada en Guanajuato, encabezado por la actriz Diana Bracho.

Hugo Rangel es también hombre de fe y fue coordinador de las celebraciones de los 450 años de la llegada de la figura de Nuestra Señora de Guanajuato en 2017 y responsable de coordinar la bienvenida al papa Benedicto XVI en su visita a la Basílica Colegiata de Guanajuato. Contribuyó al otorgamiento de una vajilla de loza con adornos de oro para el jerarca católico.

Reto culinario

Hugo explica:

—Nos enfocamos en la comida mexicana. La gente de Guanajuato come comida casera y el extranjero viene a buscar comida mexicana; por eso decidimos que nada de comida francesa o italiana; nos abocamos a lo típico de Guanajuato y el país.

En los primeros años, gran parte de la clientela eran las y los empleados de las dependencias del gobierno estatal y el municipal. Pero “quitaron muchas oficinas, que eran mi fuerte y el restaurant se hizo más turístico”.

En efecto, El Truco 7 es referencia para los visitantes y es un clásico en las reseñas que circulan por los espacios digitales

Situado en el centro de Guanajuato capital, Truco 7 sigue presente con sus colecciones de máquinas de escribir, de lámparas y cuadros, honrando las tradiciones de la ciudad. 

Entre las personas que han laborado en el lugar, Hugo recuerda a Juanito, el cajero; cocineras como Doña Trini y meseros como doña Gloria y Juvenal, quien era toda una institución y se le reconocía por su buen humor y su eficiencia en el servicio.

El Truco 7 también ha servido de plataforma para estudiantes: “a muchos les he dado chance que vengan a ratos y han terminado así su carrera”, explica el entrevistado.

Ahí empezó la tradición de los tapetes de la muerte en el centro de la ciudad; a uno de sus clientes, Amat Escalante, el restaurant le aportó patrocinio para su primera película. Nos gusta apoyar e impulsar a la cultura y las artes, indica Hugo.

El restaurant ha sido sede también de un Círculo de Lectura que ha cumplido 25 años. Junto a él han estado negocios donde también se apoya a la cultura, pero no han sobrevivido. Lo mismo ha pasado con cafeterías, incluso de franquicia. El Truco 7 enfrentó la crisis del Covid 19 y sobrevivió y sigue presente, con sus colecciones de máquinas de escribir, de lámparas y cuadros y, sobre todo, de viejas cafeteras, la pasión de Hugo Rangel, quien mantiene el pie abrir una cafetería que llegue a tener la presencia y trascendencia que tiene el restaurant.

Espacio de reunión de periodistas, de universitarios, de artistas, Truco 7 es una referencia, en la que pueden encontrarse artistas de la lente como Carlos Marmolejo Laija o visitantes como el medallista olímpico Rommel Pacheco. 

Por lo pronto, la charla fue con un espumoso café lungo. Se recomiendan los cafés turcos, fuertes y energéticos, preparados con vistosos cezve. 

Las enchiladas mineras son de la tradición guanajuateña, pero no hay que perderse los desayunos con chilaquiles, la entrada con molletes o los huevos preparados de diferente manera, con unos bolillos en miniatura y la salsa de tomate que los cobren mientras sirven el platillo.

Así se degusta donde siempre uno se encuentra con amistades, donde las horas se pasan con el cotilleo y llega el mediodía para acompañar la comida con una buena cerveza. 

Salud, provecho y felicidades, Truco 7, por tus primeros 34 años de existencia.

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