En su infancia, José Antonio Fernando Turueño Retana correteaba gallinas y al alcanzar a una, le amarraba un lazo a una patita y la llevaba a pasear. A Óscar Iván Bello Medrano, por su parte, le fascinaba asistir al zoológico de Aragón para ver a sus moradores. Ambos compartían, desde entonces, el amor por los animales; deseaban su salud y buen cuidado.
El tiempo transcurrió y José Antonio se convirtió en un destacado Ingeniero Textil. Óscar Iván es hoy un brillante Maestro en Medicina Veterinaria y Zootecnia. La vida los reunió y juntos dieron vida, en el ocaso del siglo XX, a “Ecological Breeding”, un aviario cuyo espíritu es la conservación, con estrategias científicas, de las aves endémicas de México.
Tras dos años en Malinalco, Estado de México, el ingeniero buscó un mejor espacio, con óptimas condiciones para que las aves vivieran cómodamente y se reprodujeran con la mayor naturalidad posible. Debía ser un terreno a 2 mil metros sobre el nivel del mar, con una temperatura estable todo el año: lo halló en Yautepec, Morelos y allí se trasladaron.
En Yautepec existen las condiciones perfectas para la reproducción. El terreno mide poco más de una hectárea, sobre la cual el aviario ocupa 300 metros cuadrados con jaulas suspendidas, es decir, no a ras de piso sino en alto. Están numeradas para tener un control exacto, y cada ejemplar tiene su hoja de vida y se le identifica por el número de su jaula.
Las necesidades alimenticias, atención médica, apareamientos, crías, edad, talla y otros datos de cada ave son reportadas en su expediente para poder proporcionarle el cuidado “personalizado” que requiere. Bello: “Son cerca de 685 aves, todas del orden de los psitácidos (loros, guacamayas, pericos) de todo el mundo, principalmente de México”.
Durante una visita que equisgente realizó al aviario, el MMVZ explicó que en México hay 22 especies de psitácidos, de las cuales “Ecological Breeding” alberga 18, con 28 subespecies de 32 existentes. “Somos uno de los aviarios más completos en todo el país, en cuanto al número de especies que cuidamos para su reproducción y conservación”.
Los huéspedes de ese espacio único son varios ejemplares de Perico Azteca, Loro Cabeza Amarilla, Loro Gris Africano, Guacamaya Mexicana de cola larga, Guacamaya Enana y Guacamaya Severa, Loro Cubano, Loro Farinosa (el más grande de México con hasta 40 centímetros de longitud) y Perico Eclectus de Nueva Guinea, entre otro muchos más.
“Ecological Breeding” tiene una buena colección por el número de especies y número de ejemplares de cada una de ellas. Son animales sanos, hermosos y brillantes, resultado del cuidado científico que les ofrecen, además de Turueño Retana y Bello Medrano, la atención médica de Monserrat Mayer y los atinados cuidados generales de Pedro Soto.
Lo anterior no es gratuito ni casual. El aviario cuenta con ambientes de selva, bosque y semidesértico, con sus respectivos controles de luz, humedad y temperatura gracias al diseño que el Ingeniero José Antonio Fernando ha realizado para cada espacio y rincón de ese sitio que parece arrancado a una postal que dibuja cómo sería el Paraíso Terrenal.
La Cotorra Serrana Oriental es la principal especie que habita allí. “Es una especie endémica mexicana que ocupa una pequeña franja en Coahuila y Tamaulipas dentro de un bosque de pino y encino, lo que es vital para su supervivencia y reproducción. Si no está en su dieta el piñón, semilla del pino, no puede haber reproducción de ese animal”.
Afortunadamente, añadió el entrevistado, dentro del área que habita en esa franja del Norte del país hay una zona con densidad de 18 especies de pino, mientras que en toda Europa únicamente hay 16. “Esa circunstancia hace de la Cotorra Serrana Oriental, una especie muy valiosa no sólo para México, sino para el ecosistema de todo el planeta”.
Anida en laderas de piedra, no en troncos huecos como la mayoría de las especies. Genéticamente está entre un loro y una guacamaya, tiene muchas características propias y es una de las pocas especies de psitácidos que aguanta heladas, pero los incendios, la tala inmoderada y el cambio de suelo, penosamente ha mermado su número de ejemplares.
Consecuentemente y acorde con el propósito de “Ecological Breeding”, como parte del hábitat que se ha replicado están las jaulas con espacios pétreos para que anide a gusto la Cotorra Serrana, y se han diseñado y producido platos especiales para alimentación, una incubadora, un cunero y la infraestructura necesaria para alcanzar los objetivos deseados.
El MMVZ subrayó que con la finalidad de crear conciencia entre la comunidad médica y científica en torno a la conservación de estas especies, el aviario recibe periódicamente a estudiantes de carreras afines al proyecto, a quienes además de dar hospedaje gratuito, da una gratificación económica y, lo principal, les brinda capacitación y enseñanza valiosa.
Es una especie importante porque es una de las últimas catalogadas y descritas a nivel mundial. Su primer avistamiento data de hace aproximadamente 50 años, cuando la mayoría de las aves están documentadas desde los años 1800. “Darwin y Humboldt elaboraron catálogos de aves, y de pronto, en los años 70 del siglo pasado, aparece ésta”.
Primero se pensó que era una especie de guacamaya, pero sus 46 centímetros de largo, su peso entre 350 y 450 gramos el macho y la hembra, respectivamente, y el hecho de tener normalmente una cría cada dos años y de manera excepcional una o hasta dos cada año, hacen de la Cotorra Serrana un tesoro de la naturaleza que se debe cuidar muy bien.
Con una Maestría en Nutrición Animal, Bello Medrano aporta a “Ecological Breeding” su ciencia y experiencia, dedicación e investigación para lograr replicar una dieta para esta ave. Poner comederos artificiales con alimento desarrollado en laboratorio que permita la supervivencia y reproducción de la Cotorra Serrana Oriental, es una meta.
En víspera de la llegada de Santa Clos y los Reyes Magos, el especialista pide que las leyes den facilidades para intercambiar ejemplares con los aviarios y zoológicos más reputados del mundo, que se apoyen los estudios tendientes a la mejor genética y la reproducción asistida, y que la exhibición que crea conciencia social sea una realidad.
