Pese a las bajas temperaturas que el termómetro marca estos días, la velada navideña que ofrecieron el Coro Virreinal “Rita Guerrero” y la debutante Orquesta “Sor Juana”, ambos bajo la dirección del maestro Aquiles Morales, resultó cálida, agradable y reconfortante, pues incluyó la magna obra Magnificat que Johann Sebastian Bach compuso en 1723.
En efecto, para las festividades navideñas de ese año en Leipzig, J.S. Bach puso manos a la obra para componer su primera versión de su Magnificat. BWV 243, una cantata para orquesta y coro, que resultó ser una pieza tan excepcional como difícil de interpretar. Por esa razón, el coro y la orquesta iniciaron los ensayos desde los primeros días de 2024.
A las 18:00 horas del lunes 9 de diciembre, el público comenzó a llegar a las puertas de la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ). El concierto, de acceso gratuito, tuvo por escenario el Auditorio “Divino Narciso” de esta casa de estudios ubicada en el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México; el programa comenzó a la 19:00 horas.
El Magnificat, una de las grandes obras vocales del alemán Johann Sebastian Bach (1685-1750), es un reto para los solistas, el coro y la orquesta, por la exigencia vocal y musical que demanda. Es una composición de carácter sinfónico-coral que en 2023 cumplió 300 años desde su creación, motivo por el que se seleccionó para esa ocasión.
También por ese motivo el director del coro y la orquesta, Aquiles Morales, destacó que Bach no escribió ninguna pieza menor, “todas son muy complejas, pero sin duda el Magnificat’ dentro de su amplio repertorio, es particularmente importante debido a la complejidad que ofrece tanto para los cantantes como para los instrumentistas”, señaló.
De acuerdo con el director de ambas agrupaciones, poner esta obra como pieza principal del concierto le pareció muy interesante, “porque el coro ha avanzado en su conjunción, y cada uno de sus integrantes ha llegado al punto en que puede interpretar una obra de esta magnitud, inscrita en la cúspide del periodo barroco por su complejidad interpretativa”.
Este concierto es el proyecto en el que el Coro Virreinal trabajó todo el año, pues para poder interpretar esta pieza se requiere mucho tiempo de preparación debido a su grado de dificultad, por lo que el montaje vocal inició en enero de este año. “El coro ha pasado de ser un ensamble vocal de aficionados a un conjunto de profesionales”, dijo Morales.
La obra que interpretaron es una “pieza más alta” que las que habitualmente interpreta el coro, por eso tanto tiempo de preparación. Haber tomado una clase magistral con Alan Zabriskie, director de Estudios Corales y Profesor Asociado de Música en la Universidad Texas Tech, en junio pasado, sirvió mucho para que el coro sonara espléndido esa noche.
Bach escribió como si la voz fuera un instrumento más. Exige del cantante la agilidad de mover su tesitura a diferentes escalas, como si se tratara de un violín o una flauta. En tanto, la Orquesta de Cámara “Sor Juana”, no funcionó sólo como acompañante del coro sino con una participación importante, pues la ejecución musical también es compleja.
“Con la orquesta fueron pocos ensayos, pero suenan muy bien, pues está integrada por músicos que son parte de ensambles como el de la Academia de Música Antigua (AMA) de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM o la Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCBA), es decir, instrumentistas de alto y refinado nivel interpretativo.
Morales relató que Bach compuso el Magníficat” en mi bemol mayor (BWV 243) para ser interpretado en las vísperas de Navidad de 1723 en Leipzig. “La obra está integrada por cuatro himnos relativos a la Natividad; más tarde, hizo una versión de la obra en re mayor, sin los himnos, y añadió voces de trompetas, esa es la versión más conocida”.
Ambas versiones son en latín, a la primera le agregó una parte en alemán y es propia para cualquier época del año, pero al agregar los laudes o alabanzas, que son “La anunciación” (en dos partes), “La alegría de la llegada”, y “La exaltación de los ángeles”, se transforma en una pieza navideña y esa es precisamente la versión que interpretaron en el concierto.
Aquiles Morales busca que este concierto navideño se convierta en una tradición, y el coro en referencia de la música antigua. El Magníficat no forma parte del repertorio estable de muchos cantantes de renombre, por su complejidad técnica y por su dificultad no la montan seguido; prefieren piezas menos complicadas como El Mesías, de Händel.
“Reunir músicos y cantantes con talento excepcional dispuestos a ensayar durante varios meses muchísimas horas a la semana para llegar al momento de subirse al escenario hace de este tipo de obras una suerte de milagro” añadió emocionado el director, quien durante la noche del concierto contagió su emoción al público que ocupó todas las localidades.
El Magnificat es un género de música polifónica vocal religiosa, similar a la cantata, pero basado en el pasaje bíblico del Evangelio de Lucas que relata la visita de María a su prima Isabel tras el saludo del ángel y el anuncio de que sería madre de Jesús. Tal es el impacto de esta obra, que Freddie Mercury la cita en su aclamada “Bohemian Rhapsody”, en una parte de la canción que se desdobla en cinco voces, al igual que la pieza coral.
El Concierto Navideño contó con la participación de las sopranos Yunuen Xolotzin Flores y Prisciliana Hernández, la mezzosoprano Paola Gutiérrez Candia, el tenor Rabin Vite, y el bajo Vladimir Rueda, todos bajo la batuta del maestro Aquiles Morales, quien ya prepara los conciertos que coro y orquesta ofrecerán en el transcurso del año 2025.
Las voces de los solistas vibraron en el ex convento donde vivió y murió Sor Juana Inés de la Cruz.
