El Evangelio, según San Mateo, cuenta que unos Magos vinieron de Oriente buscando al nuevo rey que habría de nacer. Se cree que eran sabios o astrónomos. Fueron llamados “magos” porque hace dos mil años así se nombraban a los consejeros y filósofos reales. Hasta el siglo III, en que el papa San León estableció que eran tres personas, no se sabía en realidad cuántos eran (aún existe la teoría del cuarto Rey Mago).
Ellos son conocidos como Melchor, anciano de piel blanca con largas barbas y pelo gris, su regalo para Jesús era oro, representando su naturaleza real; Gaspar, joven moreno que arribó cargado de incienso, que alude a la naturaleza divina de Jesús; y Baltasar, hombre de raza negra y barbado, su regalo fue mirra que simboliza la muerte del futuro Mesías y su resurrección.
Cuenta la historia que estos Reyes Magos fueron guiados hasta el portal de Belén por una estrella de varias puntas que les mostró el lugar preciso del nacimiento de Jesús permaneciendo encima del pesebre, pero a una altura extremadamente baja para indicar claramente la ubicación.
“¿Dónde está el Rey que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el Oriente y venimos a adorarle”.
Actualmente, la vemos en la punta de la mayoría de los árboles de Navidad como una hermosa representación de la fe, simbolizando la luz eterna que brilla para guiarnos hacia nuestra salvación. Es la legendaria y eterna Estrella de Belén.
Desde entonces, guía a los Reyes Magos que viajan por todo el planeta llevando regalos a todos los niños de buen corazón cada 6 de enero. Pero, hay tantos niños en el mundo, que a veces necesitan ayudantes para llegar hasta ellos. Algunos son llamados a llevar juguetes a las comunidades lejanas, otros, como Lucero Franco Ledesma, son requeridos para trabajar en estas fechas como ayudantes.
“Mi emprendimiento se llama Unicornio Pop. La idea surgió porque me gustaba mucho hacer regalos, y me esmeraba tanto en elaborarlos que mis amigas me empezaron a preguntar si los vendía, así que vi que podía hacer algo rentable de esto. Luego, cuando vi que existían los desayunos sorpresa lo tomé como una posibilidad para Guanajuato. Empecé con ello en 2017, así que fui de las primeras que ofrecí este servicio”.
No cualquiera es llamado a formar parte de las filas de ayuda para la gran misión de los Reyes, solamente quienes mantienen vivos a sus niños interiores pueden ser convocados … “Poco a poco fue evolucionando todo, creció el mercado, se hizo más grande la competencia y tuve que innovar mis diseños. Realmente desde siempre me ha gustado dar sorpresas y hacer manualidades, así que he logrado un buen match entre esas dos cosas. Aunque el negocio comenzó como paquetes para Baby Shower, cajitas sorpresa y cosas así. Luego, evolucionó a los desayunos sorpresa y regalos personalizados. La esencia de mi trabajo siempre ha sido para regalar”.
Lu Franco es diseñadora gráfica, egresada de la Universidad de Guanajuato. “Estudiar Diseño fue como raro, porque yo quería ser arquitecta como mi papá, pero soy pésima para las matemáticas. Entonces, él me mostró el Diseño Gráfico como una opción, vi que era una buena carrera para mí. Mi sueño era ser animadora o ilustradora de Pixar, pero obviamente no se me dio, todo se inclinó al diseño para publicidad. La carrera me gustó mucho y vi que era buena para ello”.
Hasta que un día, un cliente misterioso solicitó su apoyo. Ambos tenían el mismo fin: los regalos. Y así fue como Lucero llegó a formar parte del mágico equipo real. “Como ayudante de Reyes, me han pedido certificados de cómo se portan los niños, o para enviarles mensajitos pidiéndoles que sean buenos y que se porten bien. Me han encargado fotos de cuando van a visitar las casas, que los ayude a que se quede su sombra en el árbol. Regalitos para algunos niños y algunas cosas personalizadas para dejarles bajo el árbol y que vean que estuvieron ahí en su casa”.
Sin embargo, para que los Reyes puedan generar la energía suficiente para abastecer todo el planeta, los niños deben reír, jugar sanamente, leer muchos cuentos y soñar cosas hermosas. Por desgracia, cada vez es menos frecuente que esto suceda, los videojuegos y dispositivos han desplazado a las canicas, las pelotas y los muñecos. Los niños pasan tanto tiempo frente a las pantallas que han dejado de jugar como lo que son: niños. Y esto, dificulta el proceso.
“Este año los Reyes han estado más inactivos que los años anteriores, desde el año pasado ha disminuido la ayuda que brindo a los Reyes”.
Para Lucero, trabajar en el mundo de las sorpresas mágicas ha traído muchas satisfacciones a su vida, que al mismo tiempo la han inspirado para ser cada vez mejor.
“Hace unos años conocí a una pareja, la chica me pedía muchos productos para regalar a su novio como rompecabezas, cajas personalizadas, letreros, desayunos, comidas. Y luego, el chico se hizo mi cliente también. Alguna vez incluso fui a decorar la casa de él porque su novia me contrató para ello. Hace una semana se casaron y me pidieron que fuera su testigo porque me dijeron que fui parte de su historia y su proceso, que les traje buena suerte”.
“Lo que más me inspira es ver cómo se sorprende la gente. A veces se quedan sin saber qué decir o hacer, pero otras, su cara de felicidad lo es todo. Es parte de mi paga por hacer mi trabajo, y eso es muy bonito. Ser una intermediaria entre los Reyes y los niños y poder ver su carita al recibir su certificado o mensaje que los Reyes les dejaron es muy padre”.
Los Reyes Magos, como sucede con todos los seres humanos, murieron hace muchísimos años. Sus restos estuvieron en Constantinopla (antes Bizancio y hoy Estambul, en Turquía) durante 300 años. Después fueron trasladados a Milán en donde permanecieron durante cinco siglos hasta que el Emperador Barbarroja en 1162 saqueó la ciudad y en un acto de nobleza decidió respetar los cuerpos de los Reyes Magos entregándolos al arzobispo Reinald de Dassel en 1164 para que los pusiera a salvo, por lo que fueron trasladados a la Catedral de Polonia en Alemania.
Ahí se encuentra la capilla de los Tres Reyes Magos, donde está el relicario que es aparentemente un cofre labrado bellamente trabajado, aunque en realidad se trata de tres sarcófagos con los restos mortales de los milenarios personajes unidos verticalmente. Están elaborados con madera revestida de oro y plata y aderezados con piedras preciosas y un total de 74 figuras en bajo relieve. Todo ello suma 350 kilogramos.
Aunque sus cuerpos están ahí, su espíritu bueno y generoso sigue vivo, transformado en esas tres estrellas que vemos en el cielo cada 5 de enero, la noche en la que, montados en su elefante, su camello y su caballo, recorren el mundo para hacer felices a todos los niños.
Y es que, la magia no debe acabar nunca. Sólo nosotros podemos evitarlo, siendo cada día más felices y más niños.
Si alguna vez requieres de los servicios de Lu, solo búscala en redes sociales como Unicornio Pop ya que también lleva sorpresas todo el año a quienes más amas.
