El Museo de Arte Popular (MAP) abrió una exposición cuyo concepto y objetivo central se aparta de los convencionalismos museográficos tradicionales. Posee un contenido sui generis que reúne a un nutrido grupo de especialistas en diversas áreas del conocimiento humano, como biólogos, entomólogos, agrónomos y otros profesionistas experimentados.
Se trata de El árbol, testigo permanente, testimonio viviente que se exhibe del 27 de abril al 8 de septiembre del presente año en la Sala de Exposiciones Temporales del MAP, recinto inaugurado en marzo de 2006 y considerado internacionalmente “La casa de los artesanos de México y el mundo”, explicó su Director, Walther Boelsterly Urrutia.
Entrevistado por equisgente horas antes de la ceremonia de inauguración en el edificio histórico que ocupa el MAP, ubicado en Revillagigedo esquina Independencia, Centro Histórico de la Ciudad de México, el funcionario cultural subrayó que la muestra reúne aires informativos, de divulgación de la ciencia, cultural y de generación de conciencia.
La idea, abundó luego: “es presentar la importancia del árbol como un elemento que nos ha acompañado, como testigo permanente y testimonio viviente, en el ancho devenir de la humanidad. Queremos evidenciar que el árbol es un constante acompañante durante su paso por el planeta… y que es innegablemente vital para el hombre y para el planeta”.
Poseedor de una amplia cultura que le ha granjeado su estancia al frente del MAP, porque con cada artesano y con cada artista, con cada obra y cada exposición que ahí se presenta aprende siempre algo nuevo y fascinante, dijo que aunque es importante que todo el público conozca la exposición, ésta va dirigida a todos los jóvenes y al público infantil.
“Porque son ellos a quienes les va a tocar, en un futuro cercano, lidiar con problemas severos como el de las sequías, cuyos severos estragos comenzamos a sentir desde ahora en gran parte del planeta. Desde luego es deseable que la sociedad en su conjunto se entere de esta muestra, reflejo de la relación hombre-árbol-Tierra”, dijo el entrevistado.
Obviamente la deforestación del planeta, y desde luego en México, obedece en enorme medida a la falta de leyes y a la elevada inseguridad que viven diariamente todos quienes resguardan la integridad de los bosques alrededor del mundo. Ese abuso significa no solamente quedarnos sin agua: puede generar problemas socioeconómicos muy grandes.
“De por sí la división entre los grupos sociales y económicos del país es inmensa, pero con el agravante de la falta de árboles ese problema va a ser aún mayor; en un momento dado, el agua será la causa de la III Guerra Mundial”, sentenció el titular del MAP con una notoria angustia y desesperación reflejada en el rostro, pues conoce bien el problema.
Al ofrecer una visita guiada a este medio de comunicación, Boelsterly Urrutia dijo, tras ingresar a la Sala de Exposiciones Temporales, que lo primero que hallará el visitante es la cédula que sustenta el porqué de El árbol, testigo permanente, testimonio viviente, y a partir de ese punto, los módulos temáticos se suceden armoniosamente uno tras otro.
Primero, una interesante colección de piezas del periodo mesoamericano, albores de la civilización actual, con rudimentarios objetos de labranza y uso cotidiano elaborados en madera. Luego, la etapa virreinal con piezas importantes con tendencia religiosa como imágenes religiosas y mobiliario sacro. Luego con una directriz civil de vida cotidiana.
De ahí se pasa a la información: estadísticas científicas, infografías sobre la población forestal en México y el planeta, los tipos de bosques que existen en el país y hacia dónde vamos como sociedad globalizada. Por otro lado, al adentrarse en la exposición, se presenta el uso de la madera desde épocas que se pierden en la oscuridad del tiempo.
Se exhibe desde arte contemporáneo de artistas actuales, hasta obras de arte popular como piezas de madera en la carpintería, en el campo, en la juguetería, en la elaboración de instrumentos musicales, de la vida cotidiana con sus sillas, mesas, utensilios utilitarios y de ornato, para enfatizar lo amplio que es el espectro de la madera para la vida humana.
Artesanos invitados presentan objetos de arte popular, en tanto otros artistas hacen lo propio con piezas concebidas desde su perspectiva académica y cosmopolita ante la madera. La exposición incluye una serie de actividades paralelas con mesas redondas con la visión de los científicos y la voz de ambientalistas sobre lo grave de la deforestación.
Otro eje temático será conducido por creadores populares de Oaxaca, quienes comentarán que se está acabando la producción de copal por la misma razón. Lamentablemente, por la falta de presupuesto no se tiene previsto editar un catálogo de la exposición, aunque se toma riguroso registro fotográfico, por si se logra conseguir un patrocinador para eso.
Sobre el acceso al MAP recordó que está abierto de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas con entrada libre para estudiantes, maestros, portadores de credencial del INAPAM, artesanos, y personas con capacidades diferentes. La entrada es gratis para todo público los domingos. Se puede llegar en Metro (estaciones Juárez o Hidalgo) y por Metrobús.
“Esta exposición será un parteaguas, porque por primera vez se hace una muestra de esta naturaleza en México. Cubre todos los campos y aristas, con un trabajo multidisciplinario que logra concientizar, ilustrar, difundir y prevenir a la sociedad sobre el enorme reto al que se enfrenta el mundo en el contexto de la simbiosis humanidad-gran masa forestal”.
Destacó que en los últimos 10 mil años el planeta perdió un tercio de su cobertura arbórea por el crecimiento demográfico y la tala inmoral, aunque la mayor parte de esa destrucción fue en el siglo XX. “Cada año se pierden más de 10 millones de hectáreas de bosque, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)”, apuntó el promotor cultural.
Según el especialista Patrick Greenfiel, redactor del diario británico The Guardian, “no lograremos limitar el calentamiento global ni frenar o desacelerar la desaparición de la diversidad biológica si no conseguimos proteger los bosques. Las causas: La extensión de las tierras agrícolas, el crecimiento urbano y la desmedida explotación minera o forestal”.
Esenciales para el ciclo del agua, la correcta regulación del clima y la conservación de la diversidad biológica, los bosques son vitales para la vida en el planeta. Además, están estrechamente ligados a la historia de la humanidad, por eso es urgente que preservemos estos ecosistemas irremplazables, señala por su parte la información ofrecida por el MAP.
“Hablamos del árbol y su universo, indispensable por sus diferentes especies y familias, por sus funciones y porque se ha convertido en un compañero fiel y leal a pesar del gran daño que le hemos causado a su población a través de la historia. Su madera sirve para hacer desde un lápiz hasta un ataúd; desde un mazo hasta una nave para volar”, concluyó Walther Boelsterly Urrutia.
