Escuchar a Juan Pablo Bautista Cano es viajar por las exploraciones sonoras del piano. Es un bajacaliforniano que a veces le gana un acento húngaro, pues si bien nació en la península, gran parte de su formación ha sido en el país europeo.
Ejecutante y maestro de piano, su repertorio incluye una numerosa gama de compositores y ciclos, pero preferentemente con una perspectiva contemporánea: desde las obras de los clásicos hasta las de jóvenes talentos húngaros como Ákos Zarándy, Csanád Kedves, Máté Balogh, Horváth Balázs y Tamás Matkó.
Juan Pablo Bautista Cano es oriundo de La Paz, Baja California; vive en Querétaro y estuvo en Guanajuato para interpretar especialmente obra de György Kurtág Lugoj (Rumania, 19 de febrero de 1926), compositor húngaro de música clásica contemporánea y uno de sus maestros.
Juan Pablo estudió Piano en Liszt Ferenc Zeneművészeti Egyetem / Liszt Ferenc Academy of Music, en Budapest, Hungría; y en Hochschule für Musik “Hans Eisler”, de Berlín.
La Academia de Música Ferenc Liszt (húngaro: Liszt Ferenc Zeneművészeti Egyetem o simplemente Zeneakadémia, Academia de Música) es una sala de conciertos y universidad de música en Budapest, Hungría, fundada por el pianista y compositor Franz Liszt el 14 de noviembre de 1875.
En 2015, fue distinguida con el Sello de Patrimonio Europeo que concede la Unión Europea a los sitios que hayan desempeñado un papel fundamental en la historia de Europa.1
Hasta 1925 se llamó “Academia Real Nacional Húngara de Música”, luego vino a ser “Colegio de Música” entre 1919-1925. Fue readquirida por la academia en los años 1980, y ahora es oficialmente conocida como el “Centro de Investigación y Memorial Ferenc Liszt”.
Al maestro con cariño
Kurtág es un creador que, señala el pianista, “tiene en su música mucho de la declamación, de música gregoriana, de amigos, de psicólogos, de música popular, de objetos, de animales; todo tipo de tendencias que expresa en miniaturas”; esto es, en piezas que pueden durar unos segundos o máximo tres minutos recrea las propuestas musicales de grandes autores en expresiones sonoras que rompen con las formas clásicas.
El pianista ofrece primero una charla general para explicar cómo piezas de obras “tradicionales” son reconvertidas por las reinterpretaciones de Kurtág; luego lleva a cabo el concierto en un mar de descripciones orales y musicales. Añade:
“Lo hace de una manera muy calculada, donde tiene que ver la técnica dodecafónica, pero al mismo tiempo lo hace con una consonada muy fuerte, tiene el son y el color que parece no ser tan calculador, aunque sí lo es”.
En el concierto ofrecido en la ciudad interpretó música de Wolfang Amadeus Mozart y Johan Sebastian Bach que llevó al formato de Kurtág. Explica: “fue la similitud que encontré: la cuestión matemática, la calculación, pero al mismo tiempo la expresión muy fuerte de ese tipo de música”.
Se trató de música contemporánea trasladada a un serialismo de doce tonos, con alusiones a sonidos de emociones y de elementos representativos de lo natural y el entorno.
Cada pieza marcó un contraste entre lo más conocido y lo abstracto, parte de obras de compositores clásicos para expresar propuestas sonoras disruptivas.
Juan Pablo tiene en su repertorio con su piano a Franz Liszt, al argentino Astor Piazzola, al compositor francés Claude Debussy y el mexicano Manuel M. Ponce; al húngaro Ákos Zárándy o a su maestro Kurtág, músico que ni el stalinismo soviético que asoló a la Hungría socialista pudo frenar.
El lenguaje musical de György Kurtág es muy personal, pero tiene la influencia de Bach, Béla Bartók, Alban Berg, Beethoven y Olivier Messiaen. Muchas de sus composiciones son para grupos de cámara, pero las obras para piano son la pasión para Juan Pablo, quien se entrega en cada concierto y muestra su pasión por su música no convencional y con ello rinde homenaje a uno de sus formadores.
La charla se acompañó de un vino tinto y el sonar del río Guanajuato y los pájaros que sobrevolaban por la antigua hacienda de beneficio. Bach, Liszt, Ponce y otros brindaron con entrevistado y entrevistador.
