Inicio Temas Equis ¿DE DÓNDE VIENEN LAS PALABRAS?

¿DE DÓNDE VIENEN LAS PALABRAS?

0

“El lingüista Luis Fernando Lara sabe mucho de palabras, de nuestro idioma, y de otros”, dijo con asombro y admiración un joven estudiante de preparatoria tras escuchar, hace ya algún tiempo, una charla de ese experto, quien hace menos de una semana dictó la amena conferencia “Las dificultades de la etimología”, dentro del ciclo Historias de palabras. La cultura detrás de las palabras.

“Las etimologías populares más conocidas son las de gringo, mariachi y abusado”, dijo. Y añadió que, en cuanto a la primera, se ha creído que, durante la invasión estadounidense a México en 1847, los soldados de su ejército animaban a sus caballos para comer hierba diciéndoles “green, go” como supuesto origen del gentilicio popular gringo que hoy se usa para referirse a los estadounidenses.

Sin embargo, subrayó que uno de los mejores etimólogos de la lengua española, Joan Coromines, demuestra que la palabra gringo ya se usaba en el sur de España en el siglo XVIII para designar a cualquier extranjero, y que esta palabra era una modificación del griego, que quería decir lengua desconocida. “Hablarle a uno en griego era lo que hoy decimos «hablarle a uno en chino»”, abundó.

El lingüista Luis Fernando Lara derramó sus conocimientos durante su conferencia en torno a las palabras y su origen. (Fotografía, cortesía de El Colegio Nacional)

“La etimología popular dice que gringo viene de «green, go», pero eso es totalmente falso, su etimología científica es «extranjero», a partir de una modificación de griego. Otro ejemplo es el de «mariachi», término para el cual se ha insistido que su origen proviene de la palabra francesa «mariage», que significa casamiento, “debido a la presencia de franceses en Jalisco y Colima”, agregó Lara. 

Los datos demuestran que la palabra se usaba en el Occidente de México al menos desde 1852, antes de la intervención francesa, y nombraba la tarima en que se bailan los sones o el fandango, y después también a sus músicos, por lo que aún no se puede identificar con precisión la etimología del término, aunque lo más probable es que provenga de una de las lenguas ya desaparecidas de la familia yutonahua en Jalisco.

En el Aula Mayor de la institución, Lara expuso que, aunque México ha carecido de una cultura de la lengua, “a todos nos interesa conocer las virtudes que guarda en su interior; Una lengua no es una aparición silvestre e instantánea, sino el fruto de su cultivo”, dijo con voz firme ante un púbico ansioso de conocer más y más del idioma español, para no caer en modismos que impiden una buena comunicación.

Aun cuando en México “raramente” se habla de la existencia de una cultura de la lengua, existe entre la gente un gran interés por conocer su interior, “por verla no solamente como un instrumento, que lo es, sino también por conocer todas las virtudes y novedades que hay dentro de ella”, sostuvo el lingüista Luis Fernando Lara, miembro de El Colegio Nacional (ECN) y reconocido en su campo de estudio.

Más adelante, explicó que el objetivo de la serie de conferencias que él inauguró es exponer algunas historias de palabras para contribuir a nuestra cultura de la lengua y despertar el interés por su estudio, entre jóvenes que deseen hacer de la lingüística su profesión, entre quienes van hacia la especialización en este campo, y entre el público en general que goza al hablar correctamente y con propiedad.

Toda lengua, afirmó, “tiene por principio la historia de sus palabras, en la medida en que la comunidad de sus hablantes conserva la memoria de sí misma y es capaz de transmitir su conocimiento a lo largo del tiempo, de una generación a otra. Si esa memoria no cuenta con un medio de conservación, puede decaer con el paso del tiempo y perderse, como ha sucedido con la de muchos pueblos de la Tierra”.

Así, anotó que, para conservar la memoria, la escritura es el medio por excelencia. Lara ejemplificó que el sistema ideogramático de escritura del chino requiere una enseñanza larga y erudita, que enseñe a interpretar sus trazos y a reconocer en ellos los significados de sus palabras. “Su complejidad exige aprender al menos 1500 ideogramas, mientras que, en el español, con 22 letras nos las podemos arreglar”.

Otro caso complejo es el de la escritura maya, “cuyo desciframiento ha costado muchísimo trabajo, tanto por las características de sus ideogramas, como por la interrupción de la continuidad histórica de la memoria maya, debido a la conquista”. De esa manera, “la escritura alfabética es resultado de un largo proceso de adaptación y evolución de más de tres mil años de antigüedad, iniciado en Mesopotamia”.

El lingüista afirmó que toda lengua tiene por principio la historia de sus palabras, en la medida en que la comunidad de sus hablantes conserva la memoria de sí misma y es capaz de transmitir su conocimiento a lo largo del tiempo. (Fotografía, cortesía de El Colegio Nacional)

“Estos sistemas de escritura transmiten el sonido de la palabra, es decir, el significante, término técnico que usamos en lingüística, y a partir de él, se reconoce su significado. Son los que nos han permitido conservar la memoria de las palabras y reconstruir sus largos procesos de evolución en muchas lenguas, como el griego, el árabe, el latín y las lenguas modernas de Occidente”, abonó Lara.

Advirtió que la gran mayoría de las lenguas de la Tierra no se escriben, lo que impide conocer su historia. “Esa imposibilidad impide realizar estudios históricos, especialmente de las lenguas amerindias mexicanas”. Aun estableciendo “las mejores hipótesis” acerca del origen de una palabra, “no siempre es posible determinarlo con absoluta exactitud”, subrayó con un mohín de impotencia lingüística.

Encontrar la etimología de los vocablos, señaló, no es tarea fácil. “Requiere largas pesquisas en documentos antiguos, comparaciones entre lenguas de la misma familia o del mismo tronco, cuidadosos estudios de la escritura de los textos, conocimiento de la historia de los pueblos, apoyos antropológicos y arqueológicos, y una serie de estudios e investigaciones que llevan tiempo y requieren paciencia y pasión por el tema”.

SIN COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Salir de la versión móvil